Desde Mar del Tuyú
¿Qué hacer en Mar del Tuyú en invierno, cuando la sudestada traba las puertas con arena y arranca los cables de electricidad? Los más audaces agarran las tablas y se meten al mar para cabalgar las olas, mientras que los más precavidos se sacan la manija con la guitarra. De la mezcla de ambas pulsiones sale –aquí, allá y en todas partes– el legendario y cautivante surf rock, que nació en las costas yanquis pero toma nuevo sentido en las orillas criollas, donde la fría marejada puja y revuelve bucles para la alegría de los jinetes de nuestras aguas saladas.
Así fue como se conocieron el bajista Juan Vázquez y el violero Waly Ibarra: buscando aprovechar el ancho tiempo que ofrece la Costa Atlántica en temporada baja, cuando la histeria turística es un recuerdo antiguo –o futuro, según desde qué lado del calendario se mire ese loop intermitente llamado “verano”–. La casa del primero, casi en la orilla del mar, era (y es) un juntadero de amantes de las tablas y los instrumentos. El proyecto inicial que los unió fue Los Peces del Infierno, un cuarteto sólido que no pudo superar el principal obstáculo de los grupos en estos lares: la falta de lugares para tocar. La voluntad entonces se recicló en Los Ultrazónicos, trío galvanizado por el baterista Fede Giménez, el único genuinamente costero (Vázquez nació en Chascomús, Ibarra en La Plata), quien además se dedica a un oficio característico de la zona: la venta de panchos en la playa.
A pesar de ser la cabecera del kilométrico y multitudinario Partido de la Costa, en Mar del Tuyú viven apenas 8 mil habitantes, muchos menos que en cualquier barrio porteño. “¿Cómo es tocar surf rock en una localidad tan chiquita? ¡Muy copado! Algo que, sinceramente, jamás hubiese imaginado”, sincera Juan Vázquez, quien reconoce que su política de casa a puertas abiertas fue fundamental para la vida y obra de Los Ultrazónicos (llamados así, con zeta, por cuestiones legales).
Formados a mediados de 2016, ya tienen una treintena de canciones, veinte de ellas compuestas en los primeros tres meses sobre la base de leitmotivs clásicos de ese género tan emparentado con el rockabilly. Mientras laburan en un disco debut, ya largaron a la arena un EP con canciones como Too Drunk to Surf o Flight of the Mosquito. El público se conforma de guardavidas, surfers y músicos, quienes abarrotan la cervecería artesanal Viejo Skill cada vez que allí toca este trío instrumental. El círculo se completa con Fede Bar, de Santa Teresita, y Barlovento, en Las Toninas, lo que les facilita una regularidad que, de momento, les permite prescindir de tocar en Buenos Aires. Serán los porteños entonces quienes deban arrimarse hasta Tuyú para descubrirlos.
* Domingo 18 en Viejo Skill, 3 y 72, Mar del Tuyú. Y viernes 23 en Barlovento, 1 y 40, Las Toninas.