Una jueza federal estadounidense concedió la libertad bajo fianza al ex presidente panameño Ricardo Martinelli, ocho meses y un día después de haber sido detenido por una solicitud de extradición de Panamá.
“Considero que tengo jurisdicción para liberar” al ex mandatario, aseveró la noche del martes la jueza Marcia G. Cooke en el documento en el que anunció su decisión, en el que además fijó una fianza de un millón de dólares. Poco después, en la cuenta de Twitter de Martinelli se pudo leer el siguiente mensaje: “Gracias a Dios por esta buena noticia, y a todos por sus buenos deseos”.
La Corte Suprema de Panamá había solicitado la extradición de Martinelli por cuatro delitos relacionados con una red de escuchas ilegales a políticos, empresarios y periodistas que funcionó durante su Presidencia (2009-2014).
Martinelli se había radicado en Estados Unidos en enero de 2015 y, antes de que se recibiera esa solicitud y fuera detenido, solicitó asilo político en ese país, alegando persecución política por parte del actual presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, que fue elegido vicepresidente como su compañero de fórmula pero con el cual se enemistó durante el ejercicio del poder.
La jueza que otorgó la libertad a Martinelli ordenó además que el ex presidente sea monitoreado electrónicamente, esté confinado en su vivienda y entregue “todos” sus pasaportes y otros documentos de viaje. También deberá presentarse una vez a la semana en la justicia. Entre las razones por las que decidió excarcelarlo bajo determinadas condiciones, la magistrada mencionó que existen circunstancias especiales como el hecho de que haya sido jefe de Estado de una nación soberana con relaciones con Estados Unidos de larga data.
También tuvo en cuenta su edad (65 años) y el deterioro de su salud por estar privado de libertad de manera prolongada, todos ellos argumentos esgrimidos por la defensa cuando pidió el beneficio de la libertad bajo fianza el pasado 26 de enero.
Inmediatamente, la fiscalía que representa al Estado panameño presentó una moción para impedir que el ex presidente sea excarcelado, entre otras razones porque sostiene que existe riesgo de fuga.
Sin descartarlo totalmente, el vocero de Martinelli, Luis Eduardo Camacho, dijo que era “poco probable” que el ex mandatario saliera ayer mismo de la prisión en la que está recluido desde el 12 de junio pasado, situada en el centro de Miami, junto a los tribunales, ya que antes debe hacer entrega de un 10 por ciento de la fianza, y eso precisa de trámites, agregó.
Camacho se mostró muy satisfecho con la decisión de la jueza Cooke, después de que un primer juez federal, Edwin Torres, resolviera que jurídicamente procede la extradición.
La defensa de Martinelli todavía no anunció si se propone apelar el fallo de Cooke que corroboró la decisión del juez Torres de dar luz verde a la extradición. Los abogados del ex presidente habían solicitado su libertad bajo fianza en varias ocasiones, en todas ellas infructuosamente hasta ayer.
El ex mandatario fue arrestado hace ocho meses en Miami en virtud de una orden de detención en su contra emitida por Interpol a petición de la Justicia de Panamá. Martinelli se había negado a comparecer ante los tribunales de su país. Desde su arresto estuvo encarcelado preventivamente y tras la aprobación de su extradición en agosto pasado el ex mandatario está a la espera del pronunciamiento del Departamento de Estado norteamericano para que se haga efectiva. Martinelli llegó en 2015 a Miami tras haber estado un tiempo en paradero desconocido. El ex mandatario abandonó su país el día en el que la Justicia panameña abrió la primera causa penal contra él.