La ministra de Educación de la Ciudad, Soledad Acuña, anunció ayer que presentará un protocolo para evitar las tomas en los colegios. Según anticipó, el instructivo establecerá que los directivos de los establecimientos tomados deberán llamar inmediatamente a los padres para que retiren a sus hijos y si estos no lo hacen recaerá sobre ellos la responsabilidad por eventuales daños en los edificios. En diálogo con PáginaI12, el asesor tutelar Gustavo Moreno aseguró que hay una causa en curso por el protocolo que se empleó en tres colegios durante las tomas de septiembre del año pasado –que el Ministerio negó haber impulsado–, de modo que cualquier propuesta para elaborar un protocolo debe iniciarse en el marco del expediente y la última palabra sobre su implementación lo tendrá la justicia. Por su parte, José Machaín, ex consejero por la Legislatura en el Consejo Nacional de Niños, Niñas y Adolescentes, opinó que la ministra “al hablar de las tomas busca correr el eje de la discusión”, ya que “la justicia le dio la razón a los estudiantes por el conflicto de la Secundaria del Futuro al confirmar que el Ministerio no dio información”.
El Ministerio de Educación no presentó una disposición oficial sobre el protocolo, pero la ministra Acuña anunció la medida en una entrevista con el diario La Nación. “Queremos que las responsabilidades por las tomas queden claras”, dijo Acuña y advirtió que, con el nuevo protocolo, cuando los directivos “pierdan el gobierno del establecimiento, deberán comunicarse con los responsables de los estudiantes para retirarlos”. “Los rectores que no cumplan con las obligaciones procedimentales establecidas en el nuevo protocolo serán pasibles de distintas sanciones sobre su carrera docente, según el caso: apercibimientos, sumarios administrativos o pérdida de consideración en los concursos”, explicó Acuña. Y apuntó que “hasta ahora se privilegió el derecho de protesta por sobre los de educación y trabajo, y se perdió el sentido de la responsabilidad inherente a las acciones coercitivas”.
La primera reacción de Moreno al ser consultado por este anuncio fue de sorpresa: “Me llama la atención que la ministra reconozca la necesidad de un protocolo, ya que los representantes del Ministerio en el juicio que iniciamos en septiembre argumentaron que no era necesario”, indicó. Moreno y la asesora tutelar Mabel López Oliva fueron quienes denunciaron que los directivos de tres colegios –Julio Cortázar, la Normal 2 Mariano Acosta y la escuela de Bellas Artes Manuel Belgrano–, presentaron denuncias penales contra los estudiantes durante las tomas, a partir de un instructivo llegado a través del correo electrónico de la Dirección de Escuela Media.
“La ministra Acuña negó siempre que ella haya ordenado el dictado de este protocolo. Sin embargo, el protocolo existió, salió de un mail de un funcionario que se llama Gabriel Cruz, coordinador de las supervisiones, llegó a los directivos de las secundarias y se aplicó en algunos casos. Es decir que el instructivo tuvo eficacia y salió del ámbito del Ministerio por más que la ministra lo niegue”, explicó Moreno. La causa que se inició por ese instructivo sigue en curso, de modo que la única forma legal de elaborar un protocolo contra las tomas es a través ese expediente, planteó Moreno. “El Ministerio no puede presentar un protocolo de manera unívoca. Tiene que debatir acerca del contenido con nosotros, los asesores tutelares, dentro del expediente que ya está abierto. En última instancia, la jueza Elena Liberatori será quien defina si se aprueba o no, ya que ella es quien está a cargo de la causa”, precisó.
Para Machaín, en tanto, “el tema de fondo es que Acuña el año pasado les mintió a las familias y a los estudiantes desde que se presentó la reforma, lo cual fue confirmado por la justicia cuando ordenó al ministerio presentar información sobre la Secundaria del Futuro porque no había. Recién después de tres amparos la ministra convocó una reunión con la comunidad educativa y presentó información, aunque sigue faltando”. “Acuña quiere instalar el tema de las tomas para correr el eje de discusión y estigmatizar a los estudiantes, cuando el Ministerio fue el que estuvo en falta y provocó que se tomaran las escuelas por no abrir los canales de diálogo”, agregó.
Informe: Juan Funes.