El Ministerio de Transporte cerró la empresa estatal ArBus. La conexión en ómnibus entre Ezeiza y Aeroparque dejó de funcionar el viernes pasado pero la decisión recién fue confirmada ayer. Desde la cartera conducida por Guillermo Dietrich utilizaron dos argumentos para justificar la clausura de la transportista creada en 2014: pérdidas y escasa demanda. Las autoridades apuntaron que la compañía registraba un déficit anual de 20 millones de pesos y una ocupación promedio en sus colectivos del 20 por ciento. A contramano del desarrollo aerocomercial promovido por la Casa Rosada, Arbus comenzó a ser desmantelada el año pasado cuando suspendió los recorridos que conectaban al aeropuerto Jorge Newbery con distintos puntos de la Ciudad de Buenos Aires. La extinción definitiva de Arbus deja el servicio –y sus precios de colectivos preferenciales entre los principales aeropuertos metropolitanos bajo el control exclusivo de Manuel Tienda León.
Arbus fue lanzada en agosto de 2014 como una alternativa pública para mejorar la conectividad entre Ezeiza y Aeroparque así como el ingreso y egreso hacia la terminal aérea porteña. La transportista era propiedad de la firma estatal Intercargo que es la encargada de proveer servicios de asistencia en tierra –rampas y carga de equipaje– para la mayoría de las aerolíneas en 20 aeropuertos del país. Desde su creación, la empresa pública incomodó al único prestador privado de los servicios de pasajeros. Manuel Tienda León, beneficiaria excluyente de la medida confirmada ayer fue, según informó el portal de noticias La política online, uno de los aportantes a la campaña presidencial de Mauricio Macri.
A lo largo de los años que convivieron, el pasaje en la compañía privada fue hasta tres veces más elevado que el servicio público. Hasta la semana pasada la diferencia de precios entre ambas compañías para el trayecto entre las terminales aéreas más importantes del país era de 75 pesos: 200 pesos de Arbus contra 275 pesos de Manuel Tienda León. Sin embargo, antes del aumento de tarifas dispuesto en marzo del año pasado en los buses estatales por Dietrich, el costo de un viaje en Arbus era de apenas 75 pesos. Taxis y remises llegan a cobrar más de 700 pesos para unir las terminales aéreas.
El cierre de Arbus no fue sorpresivo. Bajo excusa de mejorar la eficiencia de la compañía, las autoridades emprendieron un proceso de ajuste interno a lo largo de los últimos dos años que llevó a aumentar el precio del pasaje y cerrar recorridos. "ArBus representaba al Estado un déficit de 20 millones de pesos anuales, con costos por 4 millones por mes pero ingresos mensuales de sólo 2,5 millones. Durante esta gestión se minimizaron costos y se aumentaron los ingresos. A pesar de los avances no se logró un punto de equilibrio y la demanda no superó ocupaciones del 20 por ciento por colectivo”, indicó ayer Transporte.
Entre las medidas dispuestas figura la rescisión de un contrato para trasladar a los empleados de Aerolíneas Argentinas. “Se terminó el contrato a través del cual Aerolíneas Argentinas sostenía la operación de ArBus pagando colectivos completos. Una empresa subsidiada pagando el déficit de otra, siempre a costas del Estado”, apuntó el ministerio. Los datos suministrados por la cartera apuntan que “solamente el 3 por ciento de todas las personas que llegan al aeropuerto usan un servicio de este tipo. De 35 asientos que tiene cada vehículo, el promedio de ocupación por viaje era de 7 asientos. Arbus perdía la mayoría de los clientes frente a la competencia”. Desde el viernes toda la demanda está concentrada en Manuel Tienda León.
“A pesar de las mejoras, la demanda no fue suficiente para cubrir los costos del sistema y el servicio continuó siendo deficitario. El viernes 9 de febrero Intercargo dejó de prestar el servicio ArBus”, sentenció Dietrich. En el mismo comunicado donde justificó la clausura definitiva de la empresa, Transporte informó que de los 34 empleados que tenía Arbus, “11 fueron reasignados a nuevas tareas dentro de Intercargo mientras que otros 23 serán absorbidos por otras empresas de transporte”.
“El gobierno cerró Arbus, el servicio de colectivos que conectaba Ezeiza y Aeroparque. Ahora los pasajeros tienen que optar entre Tienda León, que vuelve a tener el monopolio con precios tres veces más altos o tomar un taxi que promedia los 500 pesos. Nunca una buena para la gente”, expresó ayer el legislador porteño del Frente para la Victoria y ex presidente de Aerolíneas Argentinas, Mariano Recalde. “Arbus fue reconocido por la Agencia Nacional de Seguridad Vial por los controles de alcoholemia a sus choferes y pagaba un plus salarial a quienes no cometieran infracciones de tránsito. Un servicio accesible, moderno, seguro y eficiente que los pasajeros ya no podrán disfrutar”, expresó ayer Recalde.