El Banco Central no se animó ayer a bajar la tasa de interés de referencia. La mantuvo en 27,25 por ciento. En el mercado se especulaba con esta decisión. El tipo de cambio se volvió muy volátil en las últimas semanas, por la incertidumbre en el sistema financiero internacional, y los operadores de la city aseguraron que el organismo a cargo de Federico Sturzenegger podía potenciar las tensiones bajando la tasa. El dólar cerró ayer a 20,24 por ciento, con una baja de 12 centavos. Ingresaron capitales del exterior y se moderaron las decisiones de dolarización de carteras de inversión. La bolsa porteña, tras las fuertes caídas de la semana pasada, anotó un rebote de 4,7 por ciento (ver aparte).
“El Banco Central mantuvo la tasa de política monetaria. Previo a conocerse la inflación de enero medida por el Indec, se publicó en el día de la fecha (por ayer) el dato correspondiente a la Ciudad de Buenos Aires. La inflación fue de 1,6 por ciento para el nivel general y 1,7 por ciento para el componente núcleo”, mencionó el Central. La expectativa de inflación para los próximos 12 meses, en tanto, se ubicó en 18,6 por ciento, por encima de la intención del Gobierno de fijar paritarias en 15 por ciento. “Dado que los indicadores de alta frecuencia muestran signos mixtos acerca de la evolución de los precios en las primeras semanas del año, el Banco Central considera que debe actuar con cautela”, agregó.
En los últimos dos comunicados de política monetaria, el organismo había bajado la tasa de interés en 1 punto y medio, pese a que los datos duros de la economía mostraban una inflación mensual alta (diciembre cerró con alza del 3,1 por ciento) y las expectativas subían en forma acelerada.
El resultado de la política monetaria no fue bueno en los últimos dos años. y en la city aseguran que el Ejecutivo quiere retomar las riendas. Uno de los principales errores que se le achacan al Central fue mantener tasas muy altas. La autoridad monetaria desembolsó entre 2016 y 2017 el equivalente a 21 mil millones de dólares en intereses por las Lebac. En detalle se puede precisar que, según el balance contable del organismo, al 31 de diciembre de 2016, cuando cerró el primer año de gestión de Federico Sturzenegger, el stock de Lebac fue de 698.831 millones de pesos. Se pagaron intereses ese año por 153.344 millones de pesos, que al tipo de cambio de ese momento resultaron equivalentes a 10.000 millones de dólares. El año pasado, en tanto, el pago de intereses de Lebac acumuló 20 por ciento del stock de letras. Al finalizar 2017 el stock de Lebac era de 1,2 billones de pesos, con una suba de 500.000 mil millones de pesos respecto de 2016. El pago de intereses ascendió a 190.000 millones de pesos, un monto equivalente a 11.000 millones de dólares (o 2 puntos del PBI).
La jornada de ayer, con un Central que no bajó la tasa, trajo alivio en la plaza cambiaria. Pero no se descarta que todavía pueda haber un efecto réplica tras el dato de Estados Unidos, en donde se aceleraron los precios (ver página 6). Esto implica que la Reserva Federal podría mostrarse más firme en su decisión de subir la tasa de interés este año, lo cual repercute localmente tanto en el tipo de cambio como en los instrumentos financieros locales.
La bolsa porteña, no obstante, cerró ayer con subas importantes, recuperando una parte de las fuertes caídas de las últimas dos semanas. Entre los informes de las consultoras del mercado se recomendó comprar acciones pero también apostar por los bonos públicos, que marcaron fuertes caídas los últimos días. Se empieza a pensar que la Argentina podría ingresar este año al grupo de países emergentes, saliendo de su condición de país fronterizo, lo cual impactaría positivamente en el ingreso de capitales y los precios de los activos financieros de locales.
Uno de los principales bancos de inversión que apuesta por el regreso al grupo de los emergentes de la Argentina es JP Morgan, que en los últimos dos años viene acumulando a ritmo acelerado activos argentinos. Algunos analistas internacionales ya aseguran que si los bonos del país caen muy fuerte pueden generar un problema sistémico. Plantean que podrían provocar una descapitalización de grandes bancos de inversión que sumaron mucha deuda argentina a sus carteras. Por lo pronto, la crisis en el sistema financiero global no parece haber explotado. Ayer las acciones de Estados Unidos volvieron a subir. De todos modos, los inversores locales y del exterior ya vieron a principios de febrero que la Argentina es una de las economías más vulnerables del mundo ante shocks externos.