Caterina Quinteros, de 19 años, fue asesinada a puñaladas por su ex pareja en la ciudad santafesina de Rufino. Tiempo atrás, la mujer había denunciado por violencia de género a Walter Cejas y la justicia dispuso una orden de restricción. Pero esa medida no pesó para el agresor: entró a la casa de Quinteros, la arrastró hasta el patio, la acuchilló y escapó. Todo eso delante de las hijas mellizas de la víctima. Luego, la policía local detuvo al femicida cuando cargaba nafta en una estación de servicio.
El miércoles por la noche, Quinteros intentaba acostar a sus dos hijas mellizas en su casa ubicada en la calle Carlos Gardel al 1500. La acompañaba su hermano menor. Alrededor de las nueve, Cejas, de 24 años, entró por la fuerza al hogar, agarró de los pelos a su ex pareja y la llevó al patio de la casa. Allí, el agresor le clavó una puñalada en el brazo izquierdo y otra en el corazón. Quinteros falleció camino al Sanatorio Modelo de Rufino. Horas después, la policía detuvo a Cejas en una estación de servicio.
En mayo de 2015, la localidad de Rufino había sido testigo de otro caso de violencia machista: Chiara Pérez, de catorce años, fue asesinada a golpes por su novio Manuel Mansilla. El caso disparó la primera concentración multitudinaria de “Ni Una Menos”, el 3 de junio de ese año.