Los especialistas del Cuerpo Forense que realizan la autopsia a la periodista y política Débora Pérez Volpin se reunieron ayer con los peritos de las partes para explicarles la forma en que se harán los análisis microscópicos e histopatológicos pendientes. Finalizada la reunión, el abogado de la familia Pérez Volpin, Diego Pirota, dijo que según los primeros informes de la autopsia la periodista murió por “congestión y edema pulmonar, neumomediastino y neumoperitoneo”.
El letrado insistió en que el informe forense demuestra que la periodista fue lastimada durante la endoscopía y las maniobras de reanimación.
En el informe, siguió explicando el abogado, se detalla que el neumomediastino y el neumoperitoneo –ingreso (que puede ser letal) de aire en el espacio medio de la caja torácica y en la membrana que cubre la superficie interior del abdomen, respectivamente– “estarían en relación con las maniobras instrumentales endoscópicas practicadas en la vía digestiva, dado el hallazgo de las lesiones descriptas en el esófago y estómago”. El informe apuntó que la realización de la endoscopía y de las maniobras de resucitación posteriores podrían estar relacionadas con el cuadro que desencadenó la muerte de la periodista.
De todas formas, los resultados no son concluyentes, ya que se esperan los análisis de la anatomía patológica, la última etapa de la autopsia, para establecer si las perforaciones encontradas en el esófago y en el estómago son “completas”. Estos estudios estarán disponibles recién dentro de treinta días.