Cinco mujeres murieron ayer cuando un hombre armado comenzó a disparar en las afueras de una iglesia cristiana ortodoxa en la región rusa de Daguestán, al sur del país, informaron las autoridades locales. El hombre, finalmente, murió en manos de la Policía.
El ataque tuvo lugar en la pequeña ciudad de Kizlyar, cuando una multitud estaba reunida cerca de la iglesia por la celebración de la festividad de Maslenitsa, que marca el cercano final del invierno y el principio de la Cuaresma para los cristianos ortodoxos.
Cuatro mujeres murieron en el acto y otra en el hospital, mientras que otras tres personas resultaron heridas en manos de un hombre con un rifle de caza, cuyos motivos para el ataque ayer se desconocían, informó la agencia TASS.
El agresor, un hombre oriundo de Daguestán y de 23 años, murió acribillado por la Policía tras un enfrentamiento.
A pocos minutos del tiroteo, el Ministerio del Interior ruso informó que “en la ciudad de Kizlyar un desconocido causó heridas mortales a cuatro mujeres al dispararles con una escopeta de caza” y agregó que también fueron heridos una mujer, un policía y un miembro de la Guardia Nacional rusa.
Según versiones periodísticas locales, el atacante llegó al lugar acompañado por su pareja, quien se fue una vez que comenzaron los disparos.
El párroco de la iglesia, de donde venían muchas de las víctimas del ataque, relató al portal de noticias RBC que el tiroteo tuvo lugar después de una misa, “cuando la gente empezó a salir”.
“Nada más escuchar los disparos fuimos a cerrar las puertas para que (el atacante) no pudiera entrar. Llevaba un rifle y un cuchillo”, dijo el padre Pavel.
Según la información oficial ya se abrió una causa penal para aclarar todas las circunstancias de lo ocurrido.
Daguestán se encuentra en el volátil Cáucaso Norte, donde suelen producirse tiroteos, normalmente dirigidos contra las autoridades.
En la región combaten contra el gobierno central tanto bandas criminales como grupos jihadistas.