¿Es realmente aburrido el pueblo de Boring? Una posible respuesta a esa pregunta es Everything sucks!, la serie de diez episodios que el último viernes se estrenó por Netflix. Nueva incursión de la plataforma on demand en el género de la adolescencia iniciática (The End of the F***ing World, 13 Reasons Why) que en este caso acontece en ese lugar de Oregon con un nombre idóneo para la representación de la angustia adolescencia. Pero más que flagelaciones emocionales, lo hace campeando un humor retro situando su acción a mediados de los ‘90. El relato abreva en la historia de un grupo de chicos que pertenecen a dos clubes diferentes (el audiovisual y el de teatro).
Hay historias de amor imposible, las infaltables batallas de popularidad y muchísimas bromas/referencias sobre los VHS, los modems a velocidad tortuga y esa era no tan lejana cuando MTV pasaba videos musicales. Los propios realizadores apuntaron que utilizaron como modelo (y sin escrúpulo alguno) producciones como Freaks & Geeks, Happy Day y Kevin creciendo con amor. “En nuestra opinión ahora es un buen momento para regresar a la secundaria, la moda, la música y el estilo de mediados de los noventa tal y como los recordamos. No de una forma sensacionalista, ni edulcorada, sino desesperada, apasionada y emocionante”, apuntaron.