“Era más legal mi detención en la dictadura que ahora”, opinó Carlos Zannini, procesado y detenido desde hace más de dos meses por presunto encubrimiento del atentado a la AMIA. En una entrevista que brindó desde la cárcel de Ezeiza a la señal televisiva CNN en español, el ex secretario de Legal y Técnica de la presidencia de Cristina Fernández aseguró que su detención es “ilegal e injusta”. Ayer, su defensa, presentó un recurso extraordinario para que la Corte Suprema habilite su excarcelación. 

“Siento bronca por lo que sufro”, dijo en la entrevista. “Permanezco acá detenido porque soy Carlos Zannini, eso no es derecho. Era más legal mi detención en la dictadura que ahora”, denunció. Consideró también que su prisión preventiva “no es válida”, ya que cuando fue ordenada por el juez Claudio Bonadio por su presunta participación en el encubrimiento del atentado a la AMIA, como firmante del Memorándum con Irán, él “ya no tenía posibilidad” de influir en la investigación. “El sumario estaba prácticamente clausurado, eso hace más injusta e ilegal mi detención”, consideró y esgrimió que “responde a otro motivo: como lo hacen con Lula (Da Silva en Brasil), lo hacen para impedir que Cristina Fernández esté en el Senado”. 

Según Zannini, el acuerdo que intentó firmar el gobierno de CFK con Irán tuvo como objetivo “sentar a declarar a los iraníes que están acusados” de llevar a cabo el atentado que mató a 85 personas en 1994. Con respecto al gobierno de Mauricio Macri, aseguró que “marcha hacia el abismo del 2001”. Mencionó que el Presidente “debería estar preso” ya que “ha violado la ley”, en alusión a su vínculo con firmas offshore y el lavado de dinero, hechos que la Justicia argentina declinó investigar. “Yo no quiero que estén presos antes de ser condenados, no quiero que le hagan lo que me hacen a mí. No quiero ni un minuto de prisión preventiva para él”, aseveró. 

Por último, habló sobre las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel en el marco de represiones contra comunidades mapuches: “Es la primera vez que hay un gobierno que actúa como si estuviera enamorado de la muerte”. 

Reconoció que está “en contacto” con la ex presidenta, y cuando el periodista Jonathan Viale le preguntó qué opinaba de la muerte del fiscal Alberto Nisman, autor de la denuncia que lo mantiene en prisión, Zannini respondió que continúa “convencido” de que sucedió para “perjudicar al gobierno” de CFK. “No sé si lo mataron o le indujeron el suicidio”, dijo y vinculó con el hecho a los servicios de inteligencia. 

El recurso

La defensa de Zannini presentó un recurso extraordinario federal para que la Corte Suprema revea el rechazo a su excarcelación y ordene “de modo inmediato” su libertad. Consideró que su permanencia en la cárcel de Ezeiza es una situación de gravedad “inusitada” que tiene efectos colectivos: “Se comprometieron instituciones básicas de la Nación y (hay) un estado de derecho que peligra”, advierte el petitorio. 

El recurso extraordinario presentado ayer ante la Casación, y al que este diario tuvo acceso, discute el fallo con el que la Sala IV de ese tribunal rechazó el pedido de excarcelación de Zannini. Entonces, los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos rechazaron la apelación presentada por el abogado del ex funcionario, Mariano Fragueiro Frías, por considerar que no había “razones concretas y fundadas que permitan demostrar una afectación suficiente para tachar de arbitraria a la resolución recurrida”. 

Fragueiro Frías había considerado “arbitraria” la decisión de la Cámara Federal de Apelaciones, emitida a principios de enero, que confirmó el rechazo del juez Bonadio a dejar en libertad a Zannini. En busca del tratamiento supremo de la situación, el defensor de Zannini también acusa de “arbitraria” la decisión de Casación de rechazar el pedido de excarcelación. Plantea que los camaristas no analizaron el núcleo de la situación, “la libertad del imputado durante el proceso”, sino que su pronunciamiento estuvo “orientado tan solo a reprochar desidia a la defensa de modo infundado y ofensivo sin advertir que la sustancia de lo debatido ameritaba una pronta respuesta jurisdiccional que restaura el estado constitucional de inocencia” de su defendido. 

En ese sentido, el abogado se queja de la falta de fundamento de la prisión preventiva de Zannini: “Por donde se lo mire, los tribunales privan de jurisdicción eficaz a mi cliente, detenido por un delito excarcelable, sin riesgo procesal alguno, a un paso del cierre de la instrucción, sin antecedentes, con suficiente arraigo y sin posibilidad alguna de perturbar el normal desarrollo de la investigación”.

El recurso extraordinario federal insiste en que la Corte Suprema revea el fallo de Casación, lo “revoque” y emita otro “excarcelando” a Zannini, que está preso en Ezeiza desde el 7 de diciembre del año pasado. En el texto del recurso, Fragueiro Díaz entiende que los efectos del encierro son “irreparables” no solo para Zannini, sino para “todos los que puedan someterse a un proceso criminal”. 

Su “prisión cautelar sostenida en riesgos procesales inexistentes, en calificación jurídica de la que nadie en iguales condiciones estaría preso, constituye un punto de inflexión en todo el sistema jurídico argentino” y comporta una situación “de gravedad inusitada” que “excede el mero interés de los litigantes y afecta de manera directa al de la comunidad desde que se comprometieron instituciones básicas de la Nación y un estado de derecho que peligra”.