La división de Delitos Ambientales de la Policía Federal realizó un procedimiento en un departamento ubicado en Lavalle 2252 y secuestró 219 serpientes y 19 huevos. Las serpientes estaban en recipientes de plástico y se presume que su destino era la venta ilegal. El Ministerio de Ambiente había hecho la denuncia ante la sospecha de esa actividad en Once.
El juez Mariano Iturralde, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº16, fue quien ordenó el operativo, en el que se imputó al dueño del departamento en la causa abierta por comercio ilegal. Aun está por saber el origen de las serpientes y cuál era su destino. Mientras tanto, las especies incautadas y los huevos fueron llevados al Instituto Malbrán para su estudio.
Las serpientes estaban en un cuarto del departamento, en recipientes apilados. Junto a los efectivos de la Federal hubo técnicos de Ambiente que supervisaron la manipulación de las cajas. Entre las especies había pitones y boas, que serán analizadas para saber su estado, con la idea de llevarlas a su hábitat natural.
El ministro Sergio Bergman informó que su cartera recibió denuncias y que hubo monitoreos para tratar de hallar el lugar donde estaban las serpientes. El departamento funcionaba de manera disimulada, ya que los vecinos alegaron no saber qué había dentro, y que nunca notaron movimientos extraños en el edificio.