Como había adelantado el jefe de Gabinete, Marcos Peña, en el retiro espiritual de Chapadmalal, el canciller Jorge Faurie le envió una carta al titular de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Eduardo Ferrer Mac Gregor, en la que solicitó que el tribunal asuma la “debida consideración” ante las declaraciones dadas por Raúl Zaffaroni, miembro del tribunal continental. En la misiva, Faurie insistió en tildar de “antidemocráticas” las palabras de Zaffaroni.
En el mensaje dirigido también a la OEA, encabezada por el uruguayo Luis Almagro, Faurie señaló que el Gobierno espera “encontrar la debida consideración por parte de esa Corte en el marco de la potestad disciplinaria que le es propia” e insistió en que las declaraciones de Zaffaroni –cuando dijo en una entrevista radial: “Yo quisiera que se fueran lo antes posible, para que hagan menos daño, pero eso es un deseo personal”– son “incompatibles con la conducta que deben observar quienes ostentan la alta función jurisdiccional internacional de ese cuerpo, siendo que además ellas expresan posiciones antidemocráticas y que atentan contra el Estado de Derecho”.
El canciller argentino también cuestionó las opiniones públicas de Zaffaroni sobre causas que se tramitan en el país y que han llegado a la Comisión y la Corte IDH, como la detención preventiva de la líder social Milagro Sala y la desaparición forzada de Santiago Maldonado. “El juez Zaffaroni también ha formulado declaraciones sobre causas que se tramitan ante la Justicia argentina”, resaltó Faurie y consideró que sus dichos son “incompatibles con las obligaciones que el Estatuto de esa Corte impone a los jueces miembros para el desempeño de esa magistratura”.
Como parte de la ofensiva del Gobierno, el abogado Santiago Dupuy denunció a Zaffaroni por intimidación pública y apología del crimen, pero el fiscal Ramiro González desestimó ayer la denuncia. “No se ha incitado a la violencia”, analizó González y agregó que los dichos de Zaffaroni “se dan dentro del derecho a expresar nuestras opiniones contenido en el bloque constitucional y que como tal goza de completa protección”.
En el mismo tono, la Asociación Americana de Juristas (AAJ) respaldó la semana pasada al juez de la Corte IDH al considerar que sus palabras fueron “de una honesta opinión política, exenta de la hipocresía de quienes sosteniendo ser opositores dicen desear el éxito del gobierno cuando éste en sus dos años de mandato ha implementado un programa claramente beneficioso para el gran capital” y recordaron que “la independencia e imparcialidad de los jueces y las juezas no implica que carezcan de opinión política”. Faurie repitió en insistió en su carta las palabras de Peña en la conferencia de prensa del viernes pasado y consideró que los dichos de Zaffaroni “presentan una visión antidemocrática que los argentinos hemos dejado definitivamente atrás”, sin recordar la presentación como candidato oficial de Carlos Horacio de Casas para la CIDH. De Casas fue ampliamente rechazado por los organismos de derechos humanos por ser defensor del represor mendocino Enrique Blas Gómez Saa.