Que se casó nueve veces y los culebrones reales que incluyeron esas uniones y separaciones. Que usaba pieles, joyas y vestuario de realeza pagana. Que su edad era un misterio desde la década del 60. Su belleza indiscutible y su cara multi operada desde los 80. Su rubio platinado rabioso. Su extraño nombre de sonoridad serpentaria. Su exótico acento húngaro que nunca quiso perder. La costumbre de decirle “darling” a cualquier interlocutor. Esos son algunos de los elementos que la hicieron pionera en el manejo de la fama y en la creación del concepto celebrity, algo que hoy es casi una costumbre.
Trabajó como actriz con los más grandes directores del mundo, en la época dorada del cine, pero pocos la recuerdan por sus películas. Zsa Zsa Gabor se asocia con el glamour, lo llamativo y hasta se usó su nombre como arquetipo del significante “diva”. Se recuerda más cuando abofeteó a un policía de Beverly Hills en 1990 por hacerle una multa de tránsito que por su papel en, por ejemplo, Sed de mal (Touch of Evil, 1958), el clásico de Orson Welles.
Y no, no fue una víctima del star system, como Winona Ryder robando en Saks Fifth Avenue. Zsa Zsa Gabor fue siempre una titiritera inteligente que eligió su rol. Ahí está, de hecho, en La pistola desnuda 2 (1991) haciendo de sí misma y parodiando aquel altercado público de hacía tan sólo un año atrás, por el que tuvo que ir tres días a la cárcel y realizar 120 horas de servicios comunitarios. Le gustaba generar escándalos y polémicas. "Merezco atención no por ningún talento, sino por ser quien soy. Soy famosa por ser famosa", dijo una vez, demostrando que detrás de su fachada de frivolidad había una inteligencia enorme, y un humor descarnado.
Nació en Budapest el 6 de febrero de 1917, así que por poco no llegó a ser centenaria. Dio sus primeros pasos en la actuación en Viena y en 1936 fue coronada Miss Hungría. A los 24 años viajó a Estados Unidos, siguiendo a su hermana Eva, y logró entrar al mundo del cine casi una década más tarde. En 1952 debutó en la pantalla grande con un pequeño papel en El amor nació en París (Lovely to Look At) y tuvo una seguidilla de grandes proyectos, entre otros la comedia No estamos casados (We're Not Married!), con Ginger Rogers y Marilyn Monroe, y el protagónico en Moulin Rouge, de John Huston.
Hizo alrededor de una docena de películas hasta los 60, cuando comenzó a trabajar más de celebridad que de actriz. Era la invitada famosa de las series y programas, la entrevistada disparatada en las revistas y, en los 70, la autora del libro How to Catch a Man, How to Keep a Man, How to Get Rid of a Man (Cómo conseguir un hombre, cómo mantener un hombre, cómo librarse de un hombre). “Creo en la familia numerosa; toda mujer debería tener como mínimo tres maridos”, escribió, entre otras gemas y va esta sólo como botón de muestra de su humor inteligente y total desenfado.
Si las hermanas Kardashian resultan escandalosas y/o novedosas, es porque el público actual no tiene idea sobre las hermanas Gabor. “Quiero un hombre amable y comprensivo. ¿Es mucho pedir eso en un millonario?”, solía decir Zsa Zsa. Entre sus romances más recordados, están Charles Chaplin, Sean Connery, John F. Kennedy, Richard Burton y Frank Sinatra, de quien dijo públicamente que se arrepentía, que lo odiaba y que sólo se acostó con él solo para que moviera su coche, que estaba bloqueando el suyo a la salida de un restaurante.
Si el inicio y final del matrimonio de Anjelina Jolie y Brad Pitt le pareció al público de este siglo un escándalo es porque no tienen idea de las idas y vueltas de la picante Zsa Zsa. Fue la esposa del magnate de los hoteles Conrad Hilton (bisabuelo de Paris), con quien tuvo a Francesca. El divorcio se precipitó cuando aparecieron rumores de un romance con Nicky, hijo de su marido. Otro de sus esposos, George Sanders, terminó casado con su hermana Magda. También fue la mujer del diseñador de la muñeca Barbie, Jack Ryan, y después pasó por el altar con el abogado que le realizó el divorcio, Michael O'Hara. El siguiente de su lista fue el mexicano Felipe de Alba, pero duró sólo una semana y terminó en anulación por bigamia. De ella.
Su poder para llamar la atención no pudo con el cambio de siglo y en los últimos años las únicas noticias que había sobre Zsa Zsa Gabor variaban entre los enfrentamientos con su último marido, Frederic Prinz von Anhalt, y sus problemas médicos. En 2002 tuvo un accidente automovilístico que la dejó un tiempo paralizada. Tres años después sufrió un ACV. En 2010 se rompió la cadera, la atacó una conmoción cerebral y un año más tarde le amputaron la pierna derecha desde la rodilla por una infección. Se volvió a saber de ella hace casi un año, en enero de 2015, cuando murió su única hija, y en febrero fue internada por problemas respiratorios.
Sári Gabor, tal su nombre verdadero, ya no existía hacía mucho. Zsa Zsa, la diva, hasta el último día quiso verse espléndida. A pesar de todo y contra todo. Entre sus deseos finales tal vez hubo una joya o un vestido. Lo que finalmente se supo es que el domingo 18 la estrella falleció en su casa. El culpable fue un infarto de miocardio, al que no pudo darle una bofetada por insolente.