Cientos de damnificados por una estafa con alquileres temporarios en Rosario, Funes y Roldán, realizaron ayer la denuncia formal en Fiscalía. Un número aún no determinado de personas le apuntan a dos mujeres que se hacían pasar por corredoras inmobiliarias y ofrecían casas por las que pedían un depósito o la totalidad del alquiler que nunca se concretaba. Según Mariana Ortigala, una de las personas que trabaja en un estudio jurídico y armó un grupo de 350 personas que denunciaron las maniobras, el monto de las estafas es de 15 millones de pesos.
Desde las 7 de la mañana de ayer, por mesa de entradas de Fiscalía, desfilaron varias personas denunciando las estafas, que se sumaron a otras que recibieron desde los centros territoriales de denuncias. "La idea es pedir hablar con el Fiscal regional para avanzar rápidamente porque al paso que vamos estas mujeres se van a fugar", señaló Ortigala, quien precisó que son tres los grupos que se formaron para formalizar la denuncia contra las estafadoras.
El modus operandi de las mujeres denunciadas, Giselle S. y Alicia. C. quienes se presentaban como corredoras inmobiliarias, siempre muy bien vestidas y manejando autos importados, se repite en la mayoría de las denuncias. Publicaban los anuncios en el portal OLX y otros sitios, pero al momento de concretar la operación asomaba la estafa. "Dejarte las llaves en una maceta, darte una casa que era un rancho, sacarte la plata y no devolverte el depósito", dijo Ortigala. "Si queremos que pase como pasó con (Lucho) Paladini, que por una estafa menor fue preso a los dos días, acá estamos buscando lo mismo", agregó.
Beatriz, una de las personas damnificadas que se presentó ayer en Fiscalía, contó a este diario que habían pactado en julio del año pasado el alquiler de una casa quinta durante el fin de semana largo de carnaval para festejar su casamiento. Luego de ver las fotos del lugar a través de un catálogo, les adelantaron 50 mil pesos, pero el día antes de ocupar la casa y realizar la fiesta, los citaron en una heladería ubicada en Buenos Aires y Rioja y les comunicaron que el propietario no quería alquilarla más. A cambio les ofrecieron por esa noche un salón, en realidad un tinglado, una propuesta a la que tuvieron que acceder porque tenían todo listo para la fiesta. Lo cierto es que las supuestas corredoras inmobiliares nunca les devolvieron la diferencia.