El Banco Central bajó la tasa de interés de las Lebac en medio punto porcentual y la ubicó en 26,75 por ciento. Esta tasa fue similar a la que ya se venía operando en el mercado secundario de esos instrumentos financieros. Se adjudicaron unos 411 mil millones de pesos en Lebac, cuando el vencimiento era de 492 mil millones. Esto implicó que quedaron dando vueltas en el mercado más de 80 mil millones de pesos, que la autoridad monetaria no consiguió renovar. En la city se esperaban esas cifras. El Gobierno intenta disminuir la deuda en Lebac y canjearla por bonos en pesos del Tesoro. Para ello empezó a licitar un título con cláusula gatillo que vence en 2019. Muchos consultores aseguran que, pese a esta estrategia del equipo económico, la deuda en letras del Central aumentó a un punto que sólo puede resolverse con un canje forzoso.
La base monetaria, con la inyección de pesos de esta semana, volverá a describir un nuevo salto. El año pasado la emisión de la base cerró con un alza del 25 por ciento interanual y para el final de 2018, según adelantan las proyecciones del mercado, no bajaría de esa cifra. Algo del dinero que ayer no se renovó podrá reabsorberse a través de operaciones de letras en el mercado secundario. Pero lo cierto es que para la autoridad monetaria es cada vez más difícil convencer a los inversores de no reducir sus inversiones en Lebac. El dinero queda en el mercado y se usa principalmente para la compra de otros activos como el dólar, acciones y bonos. Son pesos que agregan presión en la plaza cambiaria y potencian la suba del precio de los activos bursátiles.
Ayer a media rueda el dólar había subido para ubicarse cerca de los 20,30 pesos, aunque con el correr de las horas fue bajando la presión en la plaza cambiaria y la divisa cerró en 20,17 pesos, disminuyendo un centavo respecto de la cotización del viernes. Fue una jornada de poco volumen por el paro de actividades en los bancos, que tuvo un acatamiento del 90 por ciento. El tipo de cambio mayorista, que al inicio de la rueda había subido hasta los 20,06, terminó en igual precio que el viernes, es decir 19,90 pesos. En el mercado de futuros, en tanto, se negociaron 466 millones de dólares, de los cuales más del 35 por ciento se operó a fin de febrero, con una cotización de 20,0 pesos, mientras que el plazo más largo pactado fue mayo, que terminó a 21,0. Estos plazos quedaron con bajas promedio de cuatro centavos.
La disminución gradual de las tasas de interés de las Lebac comenzó a darse el mes pasado, cuando el Poder Ejecutivo obligó a la autoridad monetaria a cambiar la meta de inflación para 2018, al subirla del 10 al 15 por ciento. Esa orden llevaba implícito otro pedido: bajar las tasas de interés en forma gradual para que se ubiquen más cerca del 20 que del 30 por ciento. En el equipo económico ganaron posición los economistas que piensan que el interés elevado reduce las posibilidades de crecimiento, al frenar la inversión productiva y alentar la especulación. La principal preocupación en el Gobierno empieza a ser que el país no crece. En los últimos dos años la suba acumulada del PIB fue casi cero. Para 2017 se había pronosticada un avance de la economía del 3,5 por ciento pero no se llegó ni al 2,8 por ciento, lo cual apenas compensa la caída del PIB del 2,2 por ciento del 2016.
El endeudamiento en Lebac de los últimos dos años fue acelerado. A finales del 2015, cuando asumió la gestión de Federico Sturzenegger al frente del Banco Central, el stock de letras era cercano a los 300 mil millones de pesos. Hacia finales de 2016 ese endeudamiento se había duplicado, para ubicarse en torno de los 600 mil millones de pesos. Finalmente, al cierre del 2017, ya se habían acumulado más de 1 billón de pesos de deuda, lo cual puso en alerta al resto del equipo económico. Con la caída de las tasas de interés, en el mercado ya no sólo no creen que en 2018 no se cumplirá la nueva meta de inflación del 15 por ciento, sino que los precios se ubicarán en torno al 25 por ciento por segundo año consecutivo.