Con la presencia de sus tres gobernadores, diputados y senadores nacionales y de las máximas autoridades partidarias, el radicalismo realizó ayer su cumbre anual para encarar el año legislativo. Allí ratificó su pertenencia a Cambiemos, respaldó al Gobierno y marcó la necesidad de lograr mayores resultados en materia económica de cara al 2019. La actividad fue el debut Alfredo Cornejo, quien fue ungido presidente del partido el diciembre pasado. El mandatario mendocino respaldó la postura de la Casa Rosada en el caso de Luis Chocobar, el policía acusado por homicidio agravado por haberle disparado dos tiros por la espalda a un delincuente mientras huía. “La Justicia funciona mal en muchos aspectos y no se compromete en el combate a la inseguridad, en las provincias y en la Nación. Es evidente que es así y el Presidente se ha hecho cargo de representar esa opinión que es mayoritaria”, aseguró Cornejo en diálogo con PáginaI12. Las afirmaciones del gobernador chocaron con las críticas que hizo días atrás el ex camarista Ricardo Gil Lavedra, uno de los máximos referentes del radicalismo en temas judiciales.
La plana mayor de la UCR de todo el país se dio cita ayer en el Hotel Savoy, a dos cuadras del Congreso Nacional. Además del titular del Comité, el protagonismo principal lo tuvieron el gobernador jujeño, Gerardo Morales, el correntino, Gustavo Valdés, el titular del interbloque Cambiemos en el Senado, Luis Naidenoff y los jefes de los bloques legislativos, el diputado Mario Negri y el senador Ángel Rozas.
Según participantes de la cumbre (que se realizó a puertas cerradas) “no hubo voces disonantes”. Por la mañana expusieron dos especialistas en temas internacionales afines al paladar radical: Carlos Pérez Llana y el ex vicecanciller y representante argentino en el G-20, Pedro Villagra. Posteriormente se realizó un panel económico a cargo del ex ministro de Hacienda y Finanzas, Alfonso Prat-Gay, el ex titular del programa Argentina 2030 Eduardo Levy Yeyati y el presidente del Banco Nación, Javier González Fraga. Si bien les pintaron un escenario levemente positivo, Prat-Gay se encargó de advertir sobre la falta de una conducción coordinada en materia macroeconómica, uno de los motivos que llevó a su salida del gabinete.
Tras haber criticado públicamente la permanencia en el cargo del subsecretario general de la presidencia, Valentín Díaz Gilligan, los radicales celebraron ayer la renuncia del funcionario, quien tenía 1,2 millones de dólares en una cuenta offshore sin declarar. “Los argentinos estamos mejorando en materia de transparencia”, aseguraron durante la conferencia de prensa en la que buscaron relativizar el escándalo mediante una comparación con la “corrupción kirchnerista”.
“Necesitamos un incremento de la cantidad y calidad del empleo, sostener un nivel de consumo fuerte, que baje la inflación más rápido, que la deuda que tomemos sea exclusivamente para infraestructura y no para gastos corrientes”, señaló Cornejo. Mario Negri pidió especialmente la palabra para ratificar la pertenencia al oficialismo: “No han desaparecido ninguno de los motivos por los que decidimos formar parte de Cambiemos”, aseguró.
Cornejo aprovechó la cumbre para alinearse con el “cambio de doctrina” macrista en materia de seguridad. Aseguró que “el Estado debe tener un carácter más fuerte contra el delito” y rechazó las duras críticas a Macri de la Asociación de Magistrados por ejercer una “indebida injerencia tendiente a limitar o a enderezar según su punto de vista las facultades del Poder Judicial”. “Los jueces no son vacas sagradas”, remató cuando este diario le preguntó si los dichos del presidente no afectaban la independencia de poderes.