La DAIA exhibió esta mañana su verdadero criterio respecto de la denuncia que formulara Alberto Nisman antes de morir: es una cuestión política, no tiene la menor importancia lo judicial ni la existencia o no de un delito.

El representante de la entidad judía, Santiago Kaplún, pretendió leer una carta ante la Cámara de Casación, en la que imaginó que Daniel Scioli había ganado las elecciones y que Luis D'Elía era el embajador en Irán. O sea que para la DAIA, si ganaba las elecciones el Frente para la Victorianecesariamente el embajador sería D'Elía: una manipulación política grotesca, inventada.

Los camaristas no permitieron que Kaplún lea el texto porque la audiencia era oral, algo que no le importó demasiado al directivo de la comunidad judía ya que la había dado a conocer a través de Clarín.  La DAIA exhibió en el texto su odio a Justicia Legítima, a la que llama Justicia Lentísima, y dá a entender que con el gobierno de Scioli se hubiera permitido el despliegue de la hipótesis de que el atentado fue producto de una implosión, es decir obra de los propios judíos, como lo vocifera más de un antisemita.

 En síntesis, se debe enjuiciar al kirchnerismo: ni siquiera a Cristina Fernández de Kirchner o a Timerman, sino a Scioli o funcionarios que no tuvieron nada que ver ni con el Memorandum ni con las negociaciones con Irán, que fueron auspiciadas por Interpol. Basta ser de un partido o de una alianza para ser acusado. De esa manera, el expediente no tiene nada de judicial, la imputación es política y más precisamente partidaria. Impacta que además asemejen --establezcan como hipótesis-- que el kirchnerismo hubiera sostenido una óptica antisemita del atentado contra la AMIA. E impacta el doble al ser una organización comunitaria, supuestamente no partidaria, la que politiza de esa manera el tema sin tomar en cuenta que así deja fuera de sus filas a buena parte de la comunidad judía.

La conclusión tácita, es que el macrismo es lo bueno, el kirchnerismo lo malo. Como diría el Papa Francisco: es el mismo revanchismo de 1955.

 En la audiencia en la Cámara de Casación de esta mañana no hubo otro hecho llamativo, fuera de la declaración de guerra de la DAIA y el alineamiento internacional con la derecha norteamericana e israelí. Nadie hizo alusión a que Washington firmó su propio Memorandum con Irán y en el mismo acuerdo pusieron la firma también China, Alemania, Rusia, Francia y el Reino Unido.

 Cada parte expuso su posición. Intervinieron Alejandro Rúa y Gracia Peñafort en nombre de Héctor Timerman y Lucila Larrandart en representación de Andrés El Cuervo Larroque. El fiscal Javier De Luca, de licencia, presentó un escrito. En síntesis dijeron que el Memorandum nunca entró en vigencia, que se trató igualmente de un tratado aprobado por el Congreso, que las órdenes de captura contra los sospechosos iraníes nunca fueron levantadas y que ni siquiera el Ejecutivo tenía facultades para hacerlo, que no hubo ningún canje de granos por petróleo ni se armó ninguna pista falsa que alivianara la situación de los imputados. En concreto, reafirmaron la inexistencia de delito, lo mismo que señalaron ya Raúl Zaffaroni, León Arslanián, Julio Maier, Ricardo Gil Lavedra y Luis Moreno Ocampo entre otros juristas.

 Los camaristas sólo ordenaron las exposiciones, no formularon preguntas y desalojaron la sala cuando un grupo de señoras exhibió carteles acusando a los imputados de traición a la patria. No está claro si los jueces Ana María Figueroa, Mariano Borinsky y Gustavo Hornos resolverán antes de fin de año o después de la feria judicial.

     En la audiencia no se habló del papel de la DAIA en la investigación del atentado ni su alianza con el gobierno de Carlos Menem, denunciada por los familiares de las víctimas de los que murieron en Pasteur 633. El ex presidente, el ex juez de la causa, los funcionarios de la SIDE y hasta el ex titular dela DAIA, Rubén Beraja, estuvieron en el banquillo de los acusados en la causa por las pistas falsas en el caso del atentado. Una de las audiencias del juicio se llevó a cabo ayer mismo, en el mismo edificio.