Las recientes creaciones 120 pulsaciones por minuto (Campillo, 2017) y Llamame por tu nombre (Guadadigno, 2017) –lo afirmo más allá de la indiscutible calidad cinematográfica de ambos filmes– dan cuenta de que los tipos ideales que han perdurado y han resultado más prestigiosos respecto de la representación LGTB son los del gay trágico y del gay reprimido por la sociedad. Frecuentemente ha sido el género de la comedia musical el que se ha plantado frente a estas imágenes amargas y postulado –quizás por la locura propia del género– otras formas de vivir, amar y celebrar la alegría.
Por ello y en este contexto neoconservador se destaca la decisión de llevar a los escenarios del Piccadilly la propuesta Falsettos. Escrita por William Finn postula subversivamente ya desde un lejano 1981 la conformación de una familia ensamblada y singular. Es particularmente el conflicto de Marvin (un potente Christian Gimenez) que intenta conciliar a sus dos amores: su amante gay y promiscuo, Whizzek Brown (interpretado por Nacho Francavilla, que imprime la cuota de encanto y sensualidad que exige el personaje), su ex esposa, Trina (Alejandra Perlusky) y al hijo “raro”, Jason (excelente performance de Tomás Wicz). La necesidad de Marvin de unir su pasado y su presente en un futuro cercano se complica cuando la familia se amplia y Mendel (efectivo y gracioso Julián Pucheta), el psiquiatra de todos y todas seduce y conquista a Trina.
Diego Ramos sale más que airoso y se luce en su primera puesta en escena como director, con escasos y bien aprovechados recursos escénicos y sorteando dificultades tales como el hecho de que por la disposición del teatro la orquesta en vivo se encuentra lejos del escenario y detrás del público. Como de costumbre Alejandra Perlusky resulta excepcional en su composición y brilla particularmente con su canción cuando “ya no puede más”. Imperdible también la escena de los hombres entonando la marcha de los varones inmaduros. De los dos actos con los que la obra fue llevada al off de Broadway Ramos eligió sabiamente el primero y un final agridulce pero feliz en la reconciliación de padre e hijo. Un respiro pleno de talento y de risas en este marco de tanta tragedia fílmica y de tiempos oscuros.
Falsettos, de William Finn y James Lapine. Dirección: Diego Ramos. Teatro Piccadilly Av. Corrientes 1524 - CABA- Viernes y Sábados 23.00 hs y Domingos 22.00 hs.