Miembros de la derecha estadounidense dijeron ayer que los estudiantes que combaten por el control de armas son marionetas de la izquierda. Por su parte, el presidente, Donald Trump, defendió a la Asociación Nacional del Rifle y se refirió a ellos como “grandes patriotas”. 

Emma Gonzalez y David Hogg, sobrevivientes del tiroteo en la secundaria de Parkland tomaron la palabra el fin de semana pasado para denunciar la inacción de sus gobernantes frente a la multiplicación de tiroteos en escuelas. Enseguida, aparecieron las primeras críticas en sitios de la derecha estadounidense. The Gateway Pundit afirmó que los alumnos son utilizados como herramientas políticas por la extrema izquierda y el sitio Infowars los acusa de haber sido entrenados por CNN y asegura que fueron elegidos como actores de crisis al servicio de una causa progresista por su facilidad de palabra ante las cámaras. Interrogado por CNN, Hogg calificó a estas acusaciones de increíbles y repugnantes. “No soy un actor de crisis, soy alguien que tuvo que ser testigo de esto y vivir esto”, declaró.

El vicepresidente de la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), Wayne LaPierre (foto), también se sumó a la ofensiva: “Se trata de la vergonzosa politización de una tragedia. Es una estrategia clásica sacada del libro de jugadas de un movimiento venenoso”. La Pierre acusó a los proponentes del control de armas dentro del Partido Demócrata de querer socavar el sacrosanto derecho a portar armas, consagrado en la Segunda Enmienda de la Constitución. “Odian la NRA. Odian la Segunda Enmienda. Odian la libertad individual”, dijo, en la Conferencia de Acción Política Conservadora, una reunión anual de conservadores que comenzó ayer en National Harbor, en Maryland, cerca de Washington. 

Trump defendió ayer al poderoso grupo de presión armamentista que está siendo foco de ataque luego de la matanza en Parkland. “Lo que mucha gente no entiende, o no quiere entender, es que Wayne, Chris y la gente que trabaja tan duro en la NRA son Grandes Personas y Grandes Patriotas Estadounidenses”, tuiteó en referencia a LaPierre, y el estratega jefe de esa organización, Chris Cox. Trump desarrolló una estrecha relación con la NRA durante la campaña electoral de 2016, a la que el grupo de presión donó 30 millones de dólares, y en abril del año pasado, ya en el poder, les prometió  que tendrían “un amigo en la Casa Blanca”.