El Parlamento holandés (Tweede Kamer) aprobó ayer dos resoluciones, una de reconocimiento del genocidio armenio y otra para que el canciller del país tenga la obligación de asistir a la conmemoración de esa matanza en abril próximo.
Las dos mociones presentadas por el parlamentario Joel Voordewind del partido ChristenUnie fueron aprobadas por casi todos los bloques, con 142 diputados a favor. “No podemos negar la historia por miedo a las sanciones. Nuestro país alberga la capital del derecho internacional después de todo, así que no debemos temer hacer lo correcto aquí también”, declaró la semana pasada Voordewind al diario holandés Trouw.
La ministra de Exteriores holandesa en funciones, Sigrid Kaag, aseguró que responderá a las peticiones de ayer del Parlamento y enviará a un miembro del gabinete a la conmemoración que tendrá lugar en Ereván, la capital armenia, pero aclaró que esto no es una señal de que el gobierno reconozca el genocidio. Es la primera vez que el gobierno holandés envía a un representante al aniversario y se comprometió a seguir haciéndolo en el futuro, cada cinco años.
La resolución del Parlamento holandés tiene lugar en un momento de fuerte crisis diplomática entre Holanda y Turquía, que se resiste a aceptar el termino genocidio para denominar las matanzas de armenios ocurridas entre 1915 y 1916, en plena Primera Guerra Mundial. En ese lapso de tiempo, más de un millón de personas fueron asesinadas o abandonadas para morir de hambre y enfermedades, según cifras de la Asociación Internacional de Investigadores sobre Genocidio.
El marzo del año pasado, las autoridades holandesas rechazaron que los ministros turcos fueran a hacer campaña en su país, donde residen una gran comunidad turca, a favor de un referéndum para aumentar las atribuciones y poderes del actual presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan. El momento más fuerte de tensión fue cuando Holanda le negó el derecho de aterrizaje al canciller turco Mevlut Çavusoglu.
El presidente Erdogan respondió calificando a Holanda de “república bananera”, reclamó sanciones de la comunidad internacional y dijo que las autoridades holandesas eran “remanentes nazis” por su decisión.
Hasta el momento 29 países del mundo, entre los que se encuentra la Argentina, califican como genocidio las matanzas de armenios por parte del Imperio Otomano.