Venezuela al trescientos, pleno San Telmo, Area de Protección Histórica 1 y un resto de la vieja topografía porteña que baja en ángulo pronunciado hacia el río. Es una cuadra empedrada que muestra que algún genio urbanístico volvió a colocar los adoquines sin saber bien cómo, como si esto fuera una tecnología poco conocida en lugar de práctica de siglos y siglos. Esta semana, la empresa Rowing SA está cerrando una profunda zanja que hizo para cambiar instalaciones por cuenta y cargo de Edesur. Y, como se ve en la foto, está volviendo a colocar los adoquines que retiró para cavar. Quien pase por ahí podrá apreciar dos errores gruesos: los adoquines forman una visible comba porque alguien calculó mal el contrapiso, y las piedras están tomadas con cemento, forma facilonga de hacer las cosas rápido. Lo más triste del asunto no es la falta de conocimiento de una concesionaria sino la segura indiferencia al tema de todos los implicados. Edesur no va a cuestionar cómo cerraron la superficie de una calle histórica. Y algo nos dice que este gobierno porteño, apasionado del asfaltado, tampoco va a exigir que se rehaga la obra de forma correcta. Total, es apenas un patrimonio.