Con un cacerolazo en la puerta del Instituto Nacional de Tecnología Industrial, los trabajadores encararon una nueva jornada de protesta en reclamo por la reincorporación de los 258 despedidos hace un mes. De la manifestación participaron diversos grupos, como Jóvenes Científicos Precarizados y organizaciones sociales.
La idea del cacerolazo, según contó a Página/12 Cecilia Belistri, una de las despedidas, “es mantener el vínculo con el barrio y los vecinos”. De allí que salieran a la puerta, en Avenida de los Constituyentes, “para que se visibilice” una crisis que el lunes próximo cumplirá un mes, bajo la consigna “En INTI no sobra nadie”. Desde el 26 de enero, cuando se anunciaron los despidos, hay paro de actividades, con trabajadores que permanecen dentro de las instalaciones.
Belistri contó que “la negociación está trabada, citaron al ministerio de Modernización y anunciaron la conciliación”, cosa que no se produjo. “Querían que terminara la protesta para negociar”, añadió. El cese afectó varios áreas, al punto tal que se intentó tercerizar actividades. “Quisieron meter personal de limpieza tercerizado”, contó la despedida.
A casi un mes de iniciado el conflicto, afloraron presiones. Por caso, el gerente de Asuntos Regionales, Mariano Ortega, envió un mail a los distintos directores solicitando listas de empleados que adhieren al paro. “El mail circuló públicamente en el INTI. Unos 30 directores se negaron a entregar listas”, explicó Belistri sobre un conflicto que está estancado, sin propuestas de solución por parte de las autoridades, mientras los trabajadores piden que se reincorpore a todos los despedidos.
Por lo pronto, el lunes habrá una actividad, al cumplirse un mes de los despidos. Nora Cortiñas, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, se hará presente en el predio de Villa Pueyrredón, al igual que legisladores de distintas extracciones, para apoyar la lucha. El martes tendrá lugar una asamblea en la que, si no hay novedades por parte del Gobierno, evaluarán cómo seguir la lucha.