Cuando parecía que el formato estaba muerto y enterrado, desde hace unos meses los disquitos plateados empezaron a reaparecer en videoclubes (los que quedan, que no son tantos ni tan pocos), primero tímamente y de a poco con más enjundia. La razón es una sola y se reidduce a una sigla: SBP. Tras el cierre de AVH y la reducción del catálogo de Blu Shine al material de Disney, de a poquito SBP comenzó a hacerse cargo del fondo de las majors, que aquellas firmas habían abandonado a lo largo del año pasado. En junio de este año SBP incorporó títulos de Universal, al mes siguiente lo hizo con la Fox y ahora acaba de sumar el catálogo de Warner a su distribución, anunciando además que en febrero próximo agregará el de Sony. Con lo cual, de las majors le queda por el momento sólo Paramount afuera. Hay que tener en cuenta que además SBP edita, en conjunto con Transeuropa, a la mayoría de las distribuidoras independientes. Con lo cual se ha convertido, en un año, en la principal jugadora del mercado del video.

Así, a lo largo de diciembre SBP/Transeuropa lanzan, en dos tandas, una veintena de títulos, encabezados por Interestelar y Jason Bourne, con un par de tanques más (Escuadrón suicida y En el corazón del mar) y con dos superseries de televisión, como son Game of Thrones y Vikingos. De la saga de los tronos se lanzan nada menos que tres boxsets de cuatro discos cada uno, conteniendo la cuarta, quinta y sexta temporada. De la de los conquistadores nórdicos, la primera y segunda temporada, en sendos boxsets de tres discos cada uno. Son de destacar, además, esa preciosura animada llamada Kubo y la búsqueda samurái (candidata clavada a competir en su categoría en los Oscars 2017) y el film croata Bajo el sol, que narra tres historias de amor en tres épocas distintas –pero interconectadas– y que ganó el premio Un Certain Regard en Cannes 2015. Convendrá saber que el alquiler de un DVD cuesta actualmente, en promedio, 50 pesos, mientras que quien quiera comprar uno deberá desembolsar unos 180 patacones.