Lo que la Tupac Amaru armó y desarrolló en la provincia de Jujuy, parece ser usufructuado por el gobernador Gerardo Morales. Así lo plantea la organización social, tras la visita del mandatario radical a la cooperativa textil Kalpa Sariri de Alto Comedero. Hasta allí fue para entregar equipos insumos, junto a su ministro de Trabajo y el titular del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES), Marcelo Collomb.
La cooperativa textil fue un emprendimiento de la organización liderada por Milagro Sala, antes de que fuera detenida por el gobierno de Morales, hace algo más de dos años. Hay 36 asociados, que se especializaron en bordado, estampado, corte y confección. Lo que más producen son guardapolvos y ropa deportiva.
En la cooperativa, Morales llegó a decir: “Quería estar presente para personalmente ratificar el compromiso que tiene el gobierno con las organizaciones sociales y con las distintas instituciones que han logrado un sistema de contención para mucha gente y uno de estos ejemplos es esta cooperativa”.
La Tupac fue lapidaria, vía Twitter, del aprovechamiento que hace el gobierno provincial de una obra que no inició. "Morales, es hora que dejes de provocar y gobiernes", afirmaron en el tuit, respecto de que el mandatario "no es capaz de inaugurar una sola obra propia". Más aun, recalcó que, en dos años de gestión no inauguró una obra propia y, para peor, compromete las finanzas de Jujuy con una planta de energía que recién se inauguraría el año próximo.
Se trata de la planta Cauchari. La obra quedó estancada por falta de fondos de la Nación. El retraso en la construcción de una línea de alta tensión demorará al menos un año más la inauguración. Recién en la segunda mitad de 2018 se podrían colocar paneles solares que, sin la línea de alta tensión en funcionamiento, podrían dañar los equipos.
La obra se pensó como la plata solar más grande de América Latina, con un costo de casi 400 millones de dólares. Se apostaba a inaugurarla en el transcurso de este año, con 1,2 millones de paneles solares en una superficie de 800 hectáreas. La capacidad total prevista es de 300 MW.
El retraso de la obra afecta las cuentas de la gobernación. Es que el gobierno de Morales se endeudó en el mercado internacional para encarar la obra. Habrá que abonar a los capitales chinos del Eximbank, que aportaron 330 millones de dólares a una obra cuya inauguración parece lejana. Mientras, a Morales le queda por hacer acto de presencia en obras donde la mano de la Tupac hizo lo suyo antes que él fuera electo.