Un camión embistió ayer a una multitud en una calle peatonal covertida en mercado de Navidad en una zona céntrica de Berlín, causando la muerte de al menos doce personas y heridas a otras 50, comunicó ayer la policía de la capital alemana. De acuerdo con lo que informaron los bomberos, algunos de los heridos se encuentran en peligro de muerte. Medios locales que citan fuentes policiales informan que la principal hipótesis sobre la que trabajan las fuerzas de seguridad es que se trata de un ataque terrorista, aunque por el momento no se ha confirmado oficialmente este hecho.

Los hechos recuerdan el atentado del pasado julio, en el que un total de 86 personas murieron en Niza al irrumpir un camión en una zona peatonal donde se estaba celebrando un nuevo aniversario de la Revolución Francesa en un atentado que reivindicó poco después el Estado Islámico (EI). 

“Podemos confirmar nueve muertos y muchos heridos. Muchos colegas están en Breitscheidplatz para investigar lo ocurrido”, señaló en un primer momento la policía a través de su cuenta oficial en Twitter tras haber informado previamente que un camión había atropellado a numerosos viandantes en un paseo cercano a dos grandes centros comerciales.

El ataque tuvo lugar sobre las 20.15 hora local, cerca de la avenida Kurfürstendamn y de la iglesia del Recuerdo del Emperador Guillermo, un barrio muy turístico, cuando el vehículo, un Scania negro con matrícula polaca, se subió a la vereda, por donde circulaban muchos paseantes y compradores, recorrió entre 50 y 80 metros y chocó contra las pequeñas construcciones de madera que oficiaban de puestos. Según apuntan varios medios locales, el conductor se bajó del camión y salió corriendo por la vereda. Poco después, la policía informó que estaba interrogando a un hombre que presuntamente era el chofer, aunque aún no ha sido formalmente identificado. Y añadió que otro hombre fue hallado sin vida en la cabina del vehículo. 

Decenas de ambulancias y patrulleros llegaron al lugar, que fue ampliamente acordonado. “Un camión se ha metido en la zona peatonal en la plaza Breitscheidplatz. Nuestros compañeros han registrado heridos”, informó la policía en su cuenta de Twitter poco después de conocerse la noticia.

En Twitter, la policía posteó un mensaje con recomendaciones a la población para que permaneciera en sus casas, no se acercara al lugar de los hechos (“Necesitamos todas las vías de evacuación, no se acerquen a Breitscheidplatz”) y ayudara a las autoridades absteniéndose de “difundir rumores y videos sobre los hechos, por respeto a las víctimas y sus familiares”.

El alcalde de la ciudad-estado de Berlín, Michael Müller, aseguró en declaraciones a los medios en el lugar de los hechos que la situación, que calificó de “dramática”, se encuentra “bajo control”. También insistió en que no hay indicios que apunten a otras situaciones de riesgo o amenazas en la ciudad.

El fiscal general alemán, que en ese país se encarga de investigar delitos de terrorismo, asumió la investigación del caso, comunicó el ministro alemán de Justicia, Heiko Maas, a través de la red social Twitter.

La canciller alemana, Angela Merkel, se mostró consternada. “Estamos de luto por los muertos y esperamos que se pueda ayudar a los numerosos heridos”, informó el portavoz del gobierno alemán, Steffen Seibert, en la red social Twitter.

“No sabemos aún con certeza lo que ha ocurrido realmente esta tarde. Los órganos de seguridad trabajan intensamente para asegurar la zona del incidente y encontrar a los responsables”, aclaró, por su parte, el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en un comunicado emitido por la cartera a su cargo.

Un video en la página del diario berlinés Berliner Morgenpost mostraba puestos navideños destrozados en las inmediaciones de la iglesia, que no fue reconstruida como símbolo de la Segunda Guerra Mundial.

Por la noche, muchos medios periodísticos postearon la foto del camión, marca Scania, detenido cerca del mercado de Navidad, con el parabrisas estallado. 

Según informó el periódico Tagesspiegel, una calle fue transformada en hospital a cielo abierto. Y Facebook activó anoche el safety check, una app que permite a los internautas, cuando ocurre un atentado, informar a sus amigos que están a salvo.

Los periódicos alemanes reproducen testimonios de gente que estaba en el lugar de los hechos. El diario Berliner Morgenpost ha retransmitido en directo imágenes del lugar poco después del suceso, donde se veía a mucha gente en el suelo, al parecer herida o inconsciente, mientras llegaban vehículos policiales, equipos de bomberos y ambulancias. Tanto la Breitscheidplatz como las calles adyacentes han sido cortadas al tránsito. 

“Oí un estruendo y salí corriendo hacia el mercado de Navidad. Vi escenas caóticas, con muchísimas personas heridas”, contó Jan Hollitzer, redactor en jefe adjunto del Berliner Morgenpost, en la página web del periódico. “Para mí, fue un shock.” Otro periodista, que llegó poco después del atentado, contó que un “extraño silencio” pesaba sobre la plaza cerrada con la cinta roja y blanca de la policía, mientras los heridos se abrazaban, lloraban o intentaban consolarse. Una señora mayor, que apenas podía hablar entre los sollozos, relató: “Hubo una detonación muy fuerte. Luego alguien me agarró del brazo y empecé a oír los gritos. Justo al lado mío, alguien cayó y salí corriendo”.

Un anciano le explicó al mismo diario que vio al camión avanzar deliberadamente por la plaza, con los faros apagados. Luego oyó un par de detonaciones y “gritos histéricos que transformaron el paseo en un pandemonio”. Y un turista de visita en Berlín indicó que no sabía si el conductor “estaba borracho” o embistió a la multitud a sangre fría, pero vio que “no intentó en ningún momento detenerse o frenar, continuó como si nada después de atropellar a los primeros”.

El incidente en Berlín se produjo a menos de seis meses de que dos ataques inspirados por la milica terrorista sacudieran el país. 

Semanas atrás, un chico de doce años de nacionalidad germano-iraquí intentó hacer explotar bombas en un mercadillo navideño en la ciudad de Ludwigshafen.