El Gobierno cerrará febrero con una emisión de deuda acumulada en 60 días de más de 15 mil millones de dólares. Ya colocó 9 mil millones en enero en el mercado internacional y otros 4 mil millones en el mercado interno. En los próximos días se emitirá el equivalente a otros 3 mil millones de dólares. El ministro de Finanzas, Luis Caputo, tendrá colocado en sólo dos meses de 2018 el 50 por ciento de la deuda total que busca para todo el año. Economistas consultados por este diario coincidieron que los otros 15 mil millones de dólares que restan colocarse tendrán un costo mayor por la suba de la tasa de interés en Estados Unidos. Agregaron que este año no habrá problema para conseguir todos los dólares que se necesitan para cerrar los desequilibrios de las cuentas macro pero que en 2019 ya no resultará tan sencillo. Aseguraron que Caputo podría tener que recurrir a un salvavidas del FMI.
“En los próximos meses Estados Unidos va a subir las tasas de interés porque quiere atraer capitales del mundo. Y Argentina se va a tener que endeudar más caro”, aseguró Arnaldo Bocco, director del Observatorio de Deuda Externa de UMET. El economista planteó que este mayor costo del endeudamiento no es despreciable por su efecto sobre las cuentas públicas. “Este año y el que viene hay que renovar mucha deuda. Si el roll over (refinanciación) de estos pasivos se hace a tasas más altas implica que subirán aún más el pago de los intereses en el presupuesto”.
Bocco aseguró que el modelo financiero no tiene consistencia. “Se conseguirá deuda pero a tasas más altas. Si se complica la situación es posible que incluso el Gobierno vaya al Fondo Monetario Internacional para tomar deuda y repagar los vencimientos del año que viene. El Fondo entre 15 y 30 mil millones de dólares puede llegar a prestarle. Hoy nadie le esta pidiendo plata y hay una decisión geopolítica de Estados Unidos de mantener estable a la Argentina”, indicó. Mencionó que el elemento preocupante es que hoy son cada vez más las voces del propio sistema financiero que aseguran que el modelo no cierra. “Las críticas de la situación económica llegan del corazón del sistema financiero internacional. Sólo basta leer a algunos columnistas de Bloomberg”, agregó Bocco. El punto es que “los pasivos del país no son tan bajos y continuar con el endeudamiento no es tan sencillo como lo fue en 2016 y 2017”, concluyó.
El ex viceministro de Economía, Emmanuel Álvarez Agis, le puso datos a la suba de la tasa de Estados Unidos esperada para este año y al aumento del costo financiero para la deuda que toma la Argentina. “La Reserva Federal esta yendo hacia un aumento de un punto de la tasa de interés, que encarece en una proporción equivalente la tasa de interés a la que coloca deuda la Argentina. El país hoy se financia al 6,5 por ciento y puede llegar a ser 7,5 por ciento a lo largo de este año”, indicó. Planteó que esta suba de los costos del financiamiento puede llegar a compensarse si la Argentina ingresa a la lista de países emergentes dejando atrás su calificación de fronterizo. “El problema no es sólo que suba la tasa de interés sino que los mercados más temprano que tarde ya no le van a seguir prestando a la Argentina”, mencionó.
Agis aseguró que el Gobierno considera que en 2020 ya no va a seguir necesitando colar deuda porque dominará la situación fiscal. “Esto es un error de diagnóstico. Se basa en los supuestos de que el país crece año a año a un 3,5 por ciento y que el tipo de cambio no va a pegar saltos bruscos. Ninguna de estas cosas se están observando en la práctica”, mencionó. Agregó que “otro de los errores del equipo económico es pensar que se toma deuda por el déficit fiscal y no por el rojo de la cuenta corriente”. Indicó que, por más que se arreglen las cuentas públicas, no se está hace nada para resolver los problemas de las cuentas externas y eso implicará que todos los años el país deba seguir endeudándose por cifras superiores a 3 puntos del PBI.
En los noventa el país acumuló 30 puntos del Producto Bruto Interno en déficit del sector externo que fueron cubiertos con deuda. “Esto fue lo máximo que le prestó el mercado a la Argentina en ese momento. Pero ahora la canilla se va a cerrar más rápido porque estamos en otro mundo en el que empiezan a terminarse las condiciones de ultra liquidez de los últimos años. Desde 2012 el país ya financió déficit del sector externo por el equivalente a 10 puntos del PBI y seguro no hay margen para volver a repetir los 30 puntos de la convertibilidad”, apuntó. Los capitales empezarán a salir de la región y el esquema de endeudamiento no será sencillo de sostener.