El porteño Diego Schwartzman, número 23 de mundo, se coronó ayer campeón del Abierto de Río de Janeiro al ganar por 6-2 y 6-3 al español Fernando Verdasco (40), consiguiendo levantar por primera vez el título de un torneo ATP 500.
El Peque, de 25 años, sufrió –especialmente en el segundo set– pero hizo una exhibición de tenis para eliminar a su veterano rival, de 34 años, y con los 500 puntos que suma entrará a partir de hoy al top 20, directo a la 18º posición.
Verdasco, que esperaba cosechar su primer título desde Bucarest 2016, se desesperó por sus varios fallos a lo largo del juego quejándose, quizás, del cansancio de haber jugado la noche del sábado la final de dobles –que ganó junto a David Marrero–, poco después de su duro partido de semis contra el italiano Fabio Fognini (21).
Plagada de emociones, nadie en Río de Janeiro esperaba esta final. Ninguno de los dos jugadores era favorito para llevarse el título, pero ambos brillaron con luz propia en este torneo lleno de sorpresas en el que rápido quedaron atrás el croata Marin Cilic (3), el austríaco Dominic Thiem (6) o el español Pablo Carreño (11).
Uno de las revelaciones del Abierto fue el chileno Nicolás Jarry, de 22 años, al que Schwartzman eliminó en la víspera.
El título de Schwartzman, logrado en las no siempre amigas tierras brasileñas, se suma al que había ganado en 2016 en Estambul, una ATP 250.
“No debe ser fácil que haya ganado un argentino aquí pero gracias por el apoyo a todos”, bromeó Schwartzman al recibir el trofeo.
El tenista dijo que nunca hubiera imaginado años atrás haber enfrentado en una final a un jugador “con tanta experiencia” como Verdasco, que llegó a ser el número 7 del mundo y ayer aspiraba a su octava corona.
“Ha jugado increíble toda la semana, así que muchas felicidades. Ha jugado mucho mejor que yo”, admitió Verdasco al recibir su condecoración.
En el anterior cara a cara entre ambos, en el torneo francés de Niza 2016, el argentino ya había derrotado 7-6 (5) y 6-1 a Verdasco. Lo curioso es que esta semana ambos volverán a verse las caras en la primera ronda del Abierto de Acapulco, en México.