Guillermo Barros Schelotto no concurrirá hoy a la Casa Rosada a almorzar con el Presidente de La Nación, Mauricio Macri. El técnico de Boca percibió todo lo que generó su paso por ese lugar la semana anterior, y elegirá otro sitio para analizar el desempeño de su equipo. En este caso, el conductor 

mostrará su conformismo ante el interlocutor de turno, por lo que ofreció anoche en la cancha. Las actuaciones fallidas ante Banfield y Temperley empiezan a alejarse, y a pesar de que no desbordó brillantez, el líder jugó su mejor partido en lo que va del 2018. La victoria ante San Martín le permite mantener la distancia con sus perseguidores inmediatados, San Lorenzo y Talleres, que afrontarán hoy sus compromisos.

Los cuestionamientos por la falta de identidad que venía recibiendo el defensor del título, comenzaron a ser despejadas ante los sanjuaninos. El plantel retomó el sistema que le dio mejor rédito, y con sus hombres más determinantes en un mejor nivel, el desempeño colectivo creció exponencialmente. La diferencia en el resultado no refleja la producción de Boca, que si no fuera por la falla en la definición y la actuación correcta del arquero Ardente, la goleada hubiera sido mucho más abultada.

Cuando la técnica y la precisión se juntan todo resultada más efectivo. Tevez y Cardona encabezaron esa parte del libreto, y el resto se fue contagiando de manera positva. Pavón fue otro que desequilibró con frecuencia, y su velocidad dejó en ridículo a varios adversarios en muchas oportunidades. A eso le agregó una buena definición en el segundo gol, para dejar atrás al arquero con un toque suave. 

Si bien a Tevez le resulta más complicado moverse como centrodelantero, tuvo su participación más activa desde que llegó de China, y al primer gol del partido le sumó asistencias. Su único punto desfavorable fue los errores en el momento de convertir, debido a que tuvo varias ocasiones claras para festejar, pero sólo pudo concretar la primera.

El colombiano Cardona no marcó goles, pero fue el más cerebral de todos para darle fluidez al andamiaje ofensivo. A pesar de su ritmo cansino, el volante parece sintonizar lo que el plantel necesita de él.

Nández y el ingresado Ramón Abila completaron el resultado, quienes marcaron en momentos importantes, ya que fue luego de que San Martín descontara primero a través de Alvaro Fernández, y luego por intermedio de Claudio Spinelli. Este último convirtió luego de una excelente acción individual de Maximiliano Rodríguez. 

Boca cometió equivocaciones no sólo en el momento de convertir, ya que también lo hizo en la marca cuando el equipo se encuentra atacando. Si hay un hombre que pierde la pelota de manera infantil, los contrataques del rival son un riesgo serio. Inclusive, cuando el local ganaba 2-1, Rossi tuvo una aparición determinante para evitar el empate ante Rodríguez. 

Con lo expuesto hasta acá le viene alcanzando a Boca. Y está claro que con actuaciones como la de ayer estará más cerca de retener la corona. Su principal contrincante es Boca mismo.