En Junín, el hallazgo del cuerpo de la niña Camila Borda, de 11 años, con las manos atadas y dentro de la bañera de un vecino de la familia, desató la ira de los vecinos que intentaron matarlo cuando la policía lo detuvo. Un grupo, desatado por completo, incendió un patrullero, hubo incidentes y disparos de bala de goma. El detenido, Carlos Varela, de 40 años, fue trasladado a la comisaría de General Viamonte, a 53 kilómetros de distancia. La policía custodiaba la sede municipal a cargo de Pablo Petrecca, de Cambiemos.
La niña Camila Borda era buscada desde la mañana de ayer. Sus familiares habían empezado a hacer circular su imagen en las redes sociales, luego de que la madre la enviara a hacer unos mandados y la nena no regresara. Las primeras pistas las fueron dando niños del barrio Ricardo Rojas.
Hasta que alrededor de las 16.30, la policía detectó la bicicleta de la niña junto a una quinta cercana, en la calle Arias al 1500.
Allí, al ingresar la policía, encontró en el baño de un piso superior a la niña. Estaba amordazada y con las manos atadas dentro de una bañera. En el lugar fue detenido el cuidador de la casa. Poco antes, mientras la policía rastreaba, el hombre había sido consultado por la policía y había respondido que no había visto a la niña.
Cuando encontraron a la niña, los familiares empezaron a gritar, se generó un momento de fuerte conmoción y los vecinos comenzaron a agruparse en torno a la casa e intentaron impedir la salida de Varela. El ambiente estaba muy caliente, se produjeron empujones, gritos, alguna pedrada, la policía comenzó a disparar balas de gomas y gases lacrimógenos. Varias personas fueron alcanzadas por las postas. Durante los incidentes, los vecinos incendiaron un patrullero.