Gabriela Ciuffarella murió ayer de madrugada mientras esperaba que IOMA le entregara una medicación imprescindible para tratar el mieloma múltiple que padecía. En abril de 2017, Gabriela había sido diagnosticada con un tipo de cáncer de médula ósea complejo y, tras probar con dos medicaciones diferentes, su oncóloga le había recetado a fin de año Carfilzomib, pero la obra social de la Provincia de Buenos Aires le negó el medicamento. “La dejaron morir, porque la disposición es dejar que los pacientes se mueran”, advirtió a este diario Mariana Tancredi, amiga de la maestra.
A pesar de que su familia había solicitado el 26 diciembre los medicamentos recetados y había reiterado el pedido a principios de febrero, el IOMA recién autorizó el trámite el viernes pasado, después de las protestas de Suteba, realizadas en Lomas de Zamora y en La Plata. Mientras tanto, la salud de la docente se deterioró y debió ser internada en dos oportunidades. “Si le hubiesen dado la droga, por ahí hoy la estaría peleando y uno estaría más tranquilo porque podría pensar que se hizo todo lo posible”, lamentó Luis Cuiffarella, quien confirmó que su hermana necesitaba seis dosis de Carfilzomib, cada una de las cuales costaba 200 mil pesos.
“Responsabilizo al IOMA porque la doctora me dijo, en diciembre, que podíamos pelearla. Podíamos hacer más cosas, pero sin la droga mucho no se puede hacer. Cuando pasan estas cosas, al trabajador no lo salva nadie y si la medicación es cara, lo dejan morir”, denunció Luis.
Gabriela estuvo internada una semana en la Clínica Espora de Adrogué y luego ingresó al Hospital Santojanni, con neumonía, causada por el mieloma múltiple y por las metástasis de pulmón. “El medicamento iba a llegar el 6 de marzo. Dilataron la situación hasta que no necesitara el medicamento. En diciembre tenía buen semblante. Tenía posibilidades”, aseguró Tancredi.
Ante el avance de la enfermedad, el 14 de febrero la abogada de la familia le exigió a IOMA la entrega inmediata del medicamento y denunció a la obra social de abandono de persona, amparada en la Ley 23611, que declara “de interés nacional, en la política sanitaria, la lucha contra el cáncer, los linfomas, las leucemias y demás enfermedades neoproliferativas malignas”. “Hicimos todo, pero no hubo caso”, manifestó el hermano de la docente, quien advirtió que el de Gabriela no es el único caso.
Mientras en las redes sociales, amigos y familiares despidieron a Gabriela bajo el hashtag #IOMAabandonoaGaby, sus familiares se movilizarán el próximo jueves, a las 12.30, hasta la delegación de IOMA de Lomas de Zamora, en Hipólito Yrigoyen 9333, para exigir justicia.