La Bolsa de Comercio sufrió ayer una caída del 3,4 por ciento. Las 23 acciones del panel líder terminaron en baja. El mercado observa un panorama económico cada vez más complicado para el próximo año, con un consumo interno que no arranca e inflación que no frena. Con este escenario, al igual que ocurrió con los bonos en las últimas semanas, los inversores prefieren tener cautela y empezar a retirarse de estos activos. Mirgor, Comercial del Plata, YPF, Celulosa, entre otras, fueron algunas de las empresas con mayor caída. El dólar, en tanto, cerró a 16,11, con una baja de 8 centavos, en tanto que el paralelo subió 5 centavos, a 16,74 pesos.
El panel MerVal anotó un fuerte ajuste en el valor de las acciones y hundió el índice por debajo de los 16.000 puntos. Mirgor cayó 4,7 por ciento, al tiempo que Celulosa lo hizo al 6,6, seguidas por Cresud (-5,3), Comercial del Plata (-4,5 por ciento), Petrobras (-3,8), Aluar (-3,8) e YPF (-3,1), entre otras. Las firmas que operan en el mercado interno empezaron a pasar factura de la pésima performance en materia de actividad este año. E incluso las compañías que ganaron en 2016, como los bancos, registraron fuertes retrocesos. Grupo Financiero Galicia registró una merma del 3,8 por ciento, en tanto que el Banco Macro perdió 2,4 y el Banco Francés, 2,0. En el mercado se adelantan a problemas que puede presentar la economía el próximo año y ya ponen en duda el crecimiento vaticinado por el macrismo para los próximos meses.
Hay un aumento considerable de la incertidumbre de los hombres de negocios de la city sobre la capacidad de este gobierno para revertir la fase contractiva de la actividad en 2017 y mantener la gobernabilidad. Se suman miedos típicos del mercado asociados con las distorsiones macroeconómicas. El déficit fiscal llegaría a 5 puntos del PIB este año, a lo cual se suma el desequilibrio cuasifiscal, con un stock de Lebacs que se duplicó para superar el nivel de la base monetaria. Tasas de interés en pesos que son menos atractivas, mayores dificultades para colocar deuda en el exterior y tipo de cambio apreciado en términos reales son, según los inversores, un cóctel con el que deberán lidiar los funcionarios.
En lo que refiere a las reservas internacionales, el Central informó que cerraron ayer en 37.220 millones de dólares, con una suba de 132 millones. La liquidación de los exportadores del campo viene bajando en la última semana, pero el efecto del blanqueo aún alcanza para compensar el nivel de divisas de la autoridad monetaria. La mayor parte del crecimiento de las reservas se observó a partir de octubre con el inicio de la exteriorización de capitales. Hasta ese momento, pese a los 50 mil millones de dólares en deuda externa emitidos este año, la cifra era casi idéntica a la de 2015. Los dólares de endeudamiento con acreedores extranjeros están yéndose de la economía por efecto de la fuga de capitales. La salida de divisas por atesoramiento, turismo y utilidades de las multinacionales sumó entre enero y noviembre cerca de 37.000 millones de dólares, una de las cifras más elevadas de los últimos 15 años. La desregulación de la economía estimulada por las autoridades del Banco Central fue uno de los principales elementos para explicar este drenaje de dólares.