Camila Borda no podrá hacer más mandados a su mamá, ni andar en su bici playera, ni jugar a pintarse, ni dibujar, como tanto le gustaba, ni corretear con sus hermanitos en la cuadra donde jugó por última vez el domingo. Su banco de la Escuela Centenario, cuando empiecen las clases, quedará vacío. A Camila Borda, de 11 años, le arrebataron la infancia y la vida, en un solo acto. Fue violada y luego estrangulada con un cable, según revelaron los resultados preliminares de la autopsia. El único detenido por su femicidio, el sereno de la casaquinta José Carlos Varela, tenía abiertos tres perfiles en Facebook, en los que publicó mayormente fotos de niñas y niños, y una lista de más de 1600 contactos formada por numerosas jóvenes y adolescentes. Para el fiscal que investiga el hecho, Sergio Terrón, no hay dudas de que Varela es el autor del hecho. A su entender, el hombre, de 40 años, estaba totalmente consciente de “la monstruosidad” que estaba cometiendo. También dijo que la niña alcanzó a defenderse de su agresor y le provocó lesiones en el cuerpo, información que generó más conmoción en Junín. Anoche, la plaza principal volvió convertirse en epicentro de una nueva marcha, para reclamar Justicia. En 2017 hubo 292 femicidios en 2017 y la provincia con mayor cantidad de casos fue Buenos Aires –es la que más población tiene–, con un total de 119 en el año, de acuerdo con el Observatorio de Femicidios del Defensor del Pueblo de la Nación. El 17 por ciento de las víctimas fueron menores de 18 años y la mayoría de los hechos fueron cometidos por varones adultos.
“Justicia por ella, por las que no volvieron, por las que se siguen buscando”, dijo a PáginaI12 Marta “Martu” Breme, activista feminista, integrante de Belabanda Tamboras y de la asamblea que se viene reuniendo para organizar el Paro Internacional de Mujeres el próximo 8M en Junín. Con otras militantes amigas se sumaron al reclamo.
“Nuestros cuerpos, nuestras vidas, como mujeres, no valen nada. Si en lugar de 11, Camila hubiera tenido 15 o 16 años, los medios se estarían ensañando con la víctima, culpabilizándola. No lo hacen porque era apenas una niña”, reflexionó Martu.
Ayer alrededor de las 10, Camila fue sepultada en el Cementerio del Oeste. La escena fue desoladora. Su mamá, Alejandra, y su pareja, Guillermo, su papá, Roberto, sus hermanos y hermanas, abuelos, otros familiares, amigos. Camila estaba en la casa de su mamá, cuando salió el domingo a hacer un mandado en su bici playera. Y no regresó. La bici la encontraron en la casaquinta de enfrente. La propiedad contrasta con la hilera de casas sencillas, de material, de la otra vereda, en una de las cuales vivía Camila con sus hermanos. Hacía dos días había estado en lo de su papá, en la otra punta de la ciudad, contó a este diario una amiga de la familia, Sonia Bellone. “Solo tenemos un grito desesperado de Justicia”, dijo a este diario, todavía shockeada por los acontecimientos.
La Fiscalía General de Junín informó en un comunicado que “el informe preliminar” de la autopsia que se hizo sobre el cuerpo de la niña en el Instituto de Investigación Criminal y Ciencias Forenses Norte reveló que “la muerte de la víctima ha sido tras un paro cardiocirculatorio traumático secundario a asfixia mecánica tras estrangulación por lazo”. Los forenses también constataron “lesiones a nivel de ano y vagina, compatibles con un abuso sexual”.
Respecto del acusado, el fiscal aseguró que existen pruebas contundentes que lo involucran en la violación y posterior asesinato. “Yo no tengo ninguna duda de que el detenido es el autor, la prueba es contundente”, dijo por la mañana y aseguró que la niña alcanzó a defenderse de su agresor y le provocó lesiones en el cuerpo. “Sobre la anatomía del imputado hay lesiones defensivas, es decir, la niña lo ha rasguñado y ha tratado de defenderse”, dijo Terrón en una rueda de prensa ante distintos medios periodísticos. Además, el fiscal aclaró que Camila fue hallada vestida cuando había sufrido un ataque sexual, por lo que no está claro si el acusado “la vistió él después o bien si la nena se vistió con la promesa de que la iba a dejar ir, y después él cambia de idea para que no lo delate y la mata”.
Terrón agregó que si bien el detenido será sometido a los peritajes piscológicos y psiquiátricos de rigor, está convencido de que “comprendía perfectamente lo que había hecho, la monstruosidad de lo que estaba llevando a cabo”. “Lo que tenemos es que la niña fue interceptada por él y llevada hasta esa vivienda. De hecho, la bicicleta de la niña fue encontrada en una de las habitaciones de esa casa. Una vez en la vivienda, el hombre abusó de ella y posteriormente le quitó la vida”, dijo el fiscal.
Por la tarde se conocieron los tres perfiles de Facebook de Varela, repletos de fotos y contactos de niñas, niños y adolescentes. Una vecina llamada Mayra aseguró, además, que tres días antes del femicidio de Camila el acusado llamó mediante señas a su hija de 3 años para que fuera hasta su casa, aunque la niña le contó y ella la hizo ingresar de inmediato a la vivienda.
Martu Breme todavía está muy consternada. Como muchas y muchos en esa localidad del interior de la provincia de Buenos Aires, a 270 kilómetros de la CABA, por la ruta 7, gobernada por el intendente de Cambiemos, Pablo Petrecca, miembro de una familia de pastores evangélicos. Martu fue alertada el domingo por la tarde sobre la búsqueda de Camila y entró –junto a vecinos del barrio– a la casaquinta, del barrio Ricardo Rojas, en la periferia de Junín, ahí donde va terminando la avenida Arias, a la altura del 1500, y donde finalmente fue encontrado el cuerpo ya sin vida de la niña, dentro de la bañadera, en el primer piso. Esa casaquinta pertenece a la viuda de un médico, una abogada. A Martu la confudieron con ella –las dos son rubias– y la empezaron a agredir en la tarde del domingo, cuando ya la noticia del femicidio se esparcía por Junín, y dejaba a todos sin palabras. El fatídico día terminó con un patrullero incendiado y un grupo de vecinos que trataban de linchar al sereno.
La violencia machista golpeó más fuerte que nunca este fin de semana en Junín. Pero no fue el primer hecho grave denunciado durante el verano: el 17 de febrero una joven de 25 años que iba en bicicleta fue violada en el Parque Borchex, luego de que dos hombres la interceptaran en moto. Hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer e intervino de la UFIyJ Nº 6 a cargo de la fiscal Fernanda Sánchez. No hubo detenidos. Un mes antes, el 23 de enero, se denunció otro hecho similar, en el mismo paseo público, cerca del canal del Río Salado del lado de Villa del Parque. La causa está en la misma fiscalía. Tampoco se conocieron detenciones.
Un problema que enfrenta la población de Junín, desde que Cambiemos llegó a la gestión provincial, es que la central de llamados del 911 está radicada en la ciudad de Campana, a 200 kilómetros de distancia. Los operadores desconocen la zona y esa desinteligencia demora los pedidos de auxilio. Esa situación se repitió el domingo, cuando la ira de algunos vecinos se desbordó al enterarse del hallazgo del cadáver de Camila en la casaquinta y se pedía ayuda al 911.