Viajar por la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano se convirtió ayer por la mañana en una odisea o directamente en tarea imposible, con la mayoría de las avenidas que conducen al centro porteño totalmente colapsadas, como ocurre cada vez que hay una protesta que afecta al transporte público. Los colectivos comenzaron a normalizar su servicio a las 7 y los trenes y subtes recién después del mediodía. La novedad de ayer fue que también se sumaron los vuelos que salían desde Aeroparque y Ezeiza que recién comenzaron a salir después de las 13.30.