Los gremios del transporte hicieron sentir su protesta y consiguieron incluir en el acuerdo por Ganancias puntos que los afectaban especialmente. Por ejemplo, las horas extras y los feriados trabajados dejarán de tributar ese impuesto. Otros ítems –como el pago de viáticos– serán eximidos parcialmente. Aunque no fue convocada como paro, la protesta de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT) tuvo en los hechos ese efecto, ya que los trenes y subtes no funcionaron hasta pasado el mediodía y en las paradas de colectivos –que no prestaron servicios entre las 5 y las 7– hubo largas colas toda la mañana. También resultó afectado el cronograma de vuelos en todos los aeropuertos del país. Juan Carlos Schmid, titular de la CATT e integrante del triunvirato que conduce la CGT, sostuvo que el rol de los gremios del transporte para alcanzar el acuerdo fue “fundamental”.
Las horas extras y feriados tienen mayor peso en los sueldos de los trabajadores del transporte por las características de la actividad. Por ejemplo, un chofer de larga distancia, o un conductor de trenes “no puede elegir no hacer horas extras, si hace el viaje de ida, tiene que volver. Lo mismo con los feriados, es frecuente que esté obligado a trabajarlos”, señaló una fuente de la CATT.
Con los viáticos –otro de los ítems que reclamaban que quedara fuera de Ganancias– el acuerdo no llegó a eximirlos totalmente, pero sí en un porcentaje (ver página 3). Se trata de sumas que los trabajadores gastan en comida o alojamiento cuando están fuera de su ciudad y sobre las que sin embargo luego tributan Ganancias, agregó el dirigente consultado.
Los trabajadores del transporte realizaron asambleas informativas desde las 4 de la madrugada hasta el mediodía. Schmid destacó el papel que jugaron “esos sindicatos para obtener el acuerdo por ganancias” y agradeció a “los trabajadores del transporte el acompañamiento”. También para el secretario gremial de la CGT y segundo de Camioneros, Pablo Moyano, la adhesión a la medida de “contundente”.
La afectación de los servicios del transporte público fue escalonada, con distintos horarios según el sector. Los choferes de colectivos del área metropolitana y el interior del país hicieron las asambleas informativas por dos horas –de 5 a 7–, lapso en que no hubo colectivos en la calle. El secretario de Asuntos Gremiales de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Oscar Mata, estimó un “cien por ciento” el cumplimiento de la medida.
Tal como lo habían anunciado, los trenes y los subtes no prestaron servicio en toda la mañana. El secretario general de La Fraternidad, Omar Maturano, negó que la movida buscara perjudicar al gobierno y señaló que por este motivo le hicieron a la ex presidenta Cristina Kirchner “cinco paros generales”. En el caso de los subtes, se sumaron a la medida tanto la UTA como los metrodelegados, que no están dentro de la CGT sino en la CTA.
En cuanto a los vuelos, en el Aeropuerto Ezeiza y en el Aeroparque Metropolitano 142 servicios debieron ser reprogramados.
Por la protesta en las calles hubo más autos particulares, combis, taxis y remises, lo que generó embotellamientos en el tránsito de las autopistas y avenidas.
Ante las críticas que le apuntaron acerca de que la protesta perjudicaba a los trabajadores que menos ganan y no tributan Ganancias, el titular de la CATT replicó que le parecía “una palabra fuerte” calificar a la medida como una “extorsión” del sindicalismo y advirtió que “ese mismo calificativo ustedes (por los periodistas) lo tendrían que poner sobre el Congreso cuando los gobernadores se sacan el lazo de encima”. “Ellos también tienen responsabilidades”, manifestó y añadió que “se llega a esto porque esto está totalmente distorsionado (el tema de Ganancias) por la inflación”. “No hubiésemos llegado a esto si la inflación no se comiera los ingresos como lo está haciendo”, consideró Schmid.