Querellantes en el caso de la picada mortal que protagonizaron dos automovilistas en 27 de Febrero y Necochea, en julio de 2017, donde perdió la vida Andrés Muñoz, aseguraron que un peritaje corrobora su versión: que uno de los autos arrolló a la víctima. La teoría del caso de la familia del hombre que iba a trabajar es que "uno de los autos -cuyo conductor está en prisión domiciliaria por homicidio culposo- impactó contra la puerta trasera del lado del conductor, por lo que la víctima salió despedida de su vehículo; mientras que al otro le dejó una rueda marcada en el cuerpo", aseguró la abogada Malena Copello, quien adelantó que pedirá que se agrave la acusación contra el imputado que manejaba ese vehículo y que solo se le achacó el delito por competencia de velocidad.
Según indicaron desde la querella, la Unidad Genética Forense entregó un informe sobre el peritaje realizado al vehículo Chevrolet Vectra que corría picadas con un Renault Laguna, cuando Muñoz y su amigo cruzaban esa esquina en un Fiat Duna. Se trató de un hisopado sobre cuatro puntos del auto. Una de las muestras de sangre que había en el vehículo contiene "un perfil único de cromosoma, idéntico al de la víctima".
Desde el inicio de la investigación, la querella sostiene que el Duna que conducía el hombre de 35 años fue embestido por el Laguna, por lo que el hombre cayó al pavimento y luego fue arrollado por el Vectra. "Las fotos del cuerpo de la víctima tienen en la espalda la huella de la rueda", recordó la abogada.