La titular de Ctera, Sonia Alesso, advirtió que el empantanado conflicto docente a nivel nacional se inscribe en un contexto mucho mayor, en el que el Gobierno tomó “la decisión política de disciplinar al movimiento obrero y deslegitimar la lucha de los trabajadores”. En diálogo con PáginaI12, la dirigente repudió la actitud del Ejecutivo de fijar un techo salarial del 15 por ciento sin cláusula gatillo y denunció que, para los funcionarios, los trabajadores son “un trapo de piso”. “Buscan el ajuste, la flexibilización, la caída del salario real y el desprecio por los ámbitos de negociación colectiva”, completó.
–¿Cuál cree que es la idea de educación que tiene el gobierno nacional, teniendo en cuenta que este es el segundo año seguido en que se replica el conflicto antes del comienzo de las clases?
–Creo que no es una idea vinculada sólo al tema educativo, sino que está vinculada al tema del trabajo, de los trabajadores y las trabajadoras. El Gobierno tiene la idea de que los trabajadores somos un trapo de piso que puede ser tirado, pisando las leyes que votó el Congreso, violando la asociación de leyes sindicales y pasando por encima de todos los derechos. Pero creo que se equivoca demasiado.
–¿Por qué cree que se equivoca?
–Hay muchos maestros que los votaron y que no están de acuerdo con lo que están planteando en términos educativos. Hay una decisión política de disciplinar al movimiento obrero y deslegitimar la lucha de los trabajadores. Es un error. Cualquier argentino que es consultado por las instituciones más respetadas, nombra a la escuela. Está arriba de todo porque está en cada rincón de la Argentina y sigue siendo importante. Los maestros, los profesores, los directivos, los supervisores, hacen patria verdaderamente con salarios muy pobres.
–¿Qué cree que busca el Gobierno con esta dilatación en las negociaciones?
–Los maestros tenemos una identidad muy fuerte a la que el Gobierno ataca permanentemente. Creo que comete un error, debería convocar al diálogo, respetar las instancias legales, como es la ley de paritaria nacional y destrabar este conflicto. El Gobierno está haciendo números y quiere ahorrar plata, somos un Excell para ellos, un número. Los discursos de la campaña quedaron en el olvido.
–En ese mismo sentido, ¿qué opinión le merece el cierre de escuelas que aplica la gobernadora María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires?
–Cuando hacen un Excell para decir que las escuelas rurales se cierran, nos convertimos en eso. Lo que hay en el fondo es el ajuste y lo que el Gobierno viene a convalidar con este techo que está implementando a los docentes y el resto de los trabajadores es el ajuste, la flexibilización, la caída del salario real y el desprecio por los ámbitos de negociación colectiva.
–El piso fijado por el Ejecutivo es de un 15 por ciento y en la mayoría de las provincias sin cláusula gatillo, ¿qué representaría ese aumento para el día a día de los docentes?
–Ayer me decían unas maestras con absoluto sentido común: con lo que me toca de aumento en marzo no me alcanza para pagar un tercio de lo que me llegó en las boletas de la luz. Sentido común puro, es ajuste, no es muy complicado de entender.
–¿Cuál es entonces el próximo paso? ¿Cree que se podría llegar a consensuar el viernes una medida similar a la que tomaron los docentes porteños?
–Lo vamos a decidir en el congreso del viernes, pero es una oportunidad que el Gobierno tiene de convocarnos al diálogo en serio, respetando las leyes. El Gobierno es el primero que tiene que respetarlas.