El Gobierno nacional ve “con buenos ojos” que se abra “un debate maduro” en el Congreso para establecer “normas de reciprocidad” con países vecinos para ponerle límites a la atención gratuita de salud a extranjeros no residentes en el país. Al propiciar un proyecto oficial que entraría en crisis con la Constitución Nacional y normas internacionales que garantizan la gratuidad del acceso universal a los servicios de salud, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, abrió el paraguas y sostuvo que sería “un error muy bajo querer asociar esta discusión a cualquier vinculación con xenofobia, o cualquier cuestión de discriminación, porque esto se aplica para cualquier residente o ciudadanos de otro país que venga a la Argentina, al igual que con cualquier argentino que vaya al exterior y se tenga que atender en el sistema de salud de otro país”. La polémica sobre el tema se abrió a partir de la publicación de una supuesta negativa del presidente de Bolivia, Evo Morales, de habilitar la atención gratuita a los argentinos en los hospitales de su país, cuando en realidad “la reciprocidad existe en Bolivia y se están realizando gestiones para mejorarla”, según le dijo a PáginaI12 una fuente diplomática de esa nación acreditada en Buenos Aires.
Con la velocidad propia de un bombero ante una emergencia, el diputado nacional por el radicalismo Luis Petri, que forma parte del bloque oficialista de Cambiemos, presentó un proyecto de ley que no sólo pone límites a los inmigrantes en materia de salud sino también para el acceso a la educación universitaria gratuita (ver aparte). El anuncio sobre un tema largamente soñado por el macrismo fue realizado por Marcos Peña en Salta. Para no dejar dudas sobre su postura, el funcionario nacional tuvo palabras de elogio para el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, punta de lanza en la aplicación de aranceles en su provincia a los extranjeros que concurran a los hospitales. “Me parece que es una postura valiente y que hay que mirar con mucha atención”, fue la frase que deslizó Peña. La propuesta de debatir el tema en el Congreso Nacional tiene por objetivo fijar un criterio que se puede aplicar en todas las provincias. Una fuente del gobierno nacional, consultada por este diario, afirmó que “lo que estamos impulsando es una norma de reciprocidad que funciona en todo el mundo para los no residentes”, mientras que es otro el criterio que se aplica “para los que tienen residencia permanente”.
Una fuente diplomática de Bolivia en la Argentina le dijo a PáginaI12 que “la atención de salud recíproca existe (con los extranjeros) en todos los centros de Salud de nuestro país, con diferentes características porque el nivel primario de salud depende del gobierno (central), el segundo nivel de los municipios y el tercer nivel de los gobernadores (de los distintos estados bolivianos), de manera tal que no hay una negativa, sino que hay que trabajar para coordinar con eficacia a los distintos niveles de la atención de la salud” para los residentes extranjeros. “Sólo hay que hacer algunos ajustes en la ley para que todos respondan de la misma manera”, detalló.
El 8 de febrero pasado, el gobierno de Bolivia le comunicó a la Embajada Argentina en ese país que todos los residentes extranjeros que no cuenten con un seguro de salud, serán beneficiarios o beneficiarias “de la atención integral y protección financiera” si son mujeres embarazadas desde el inicio de la gestación hasta los seis meses posteriores al parto, los niños menores de cinco años, los adultos mayores de 60 y las mujeres en edad fértil que tengan que acudir a cualquier servicio de salud sexual y reproductiva. La fuente consultada aclaró, además, que “la atención gratuita no se le niega a nadie y mucho menos si se trata de una emergencia, de manera que la reciprocidad está garantizada”.
Peña, al afirmar que el debate debe darse a nivel nacional, admitió que “está claro que este tema en gran parte tiene que ver con las competencias provinciales, pero creo que sería muy interesante que llegue al Congreso, que se pueda analizar y todos puedan plantear sus posiciones”. El jefe de Gabinete se reunió en Salta con los gobernadores de las provincias del norte, en el marco del Encuentro Regional del Norte.
La cuestión de la reciprocidad y la limitación del acceso a la salud de los extranjeros no residentes, también fue analizada por el canciller Jorge Faurie, quien coincidió en que es el Parlamento “el ámbito” donde debe discutirse la forma de encarar la atención médica en el país para los extranjeros, mediante la aplicación de “algún tipo de mecanismo de asistencia recíproca” con cada una de las naciones limítrofes. El jefe de la diplomacia argentina afirmó que “ha llegado el momento apropiado para que la sociedad argentina, a través del Parlamento, discuta cómo encarar el tema de la atención médica a los extranjeros, que tenga en cuenta primero la atención de nuestros nacionales, y cómo podemos llegar a un mecanismo de asistencia recíproca con cada uno de los países”.
Faurie expresó su coincidencia con Marcos Peña, y recalcó que Argentina siempre se ha caracterizado por una “política de generosidad y de puertas abiertas” con los extranjeros, pero dijo que eso significa una recarga sobre el sistema de salud local, situación que ha sido planteada en otras oportunidades a los gobiernos de Chile, Uruguay y Paraguay. El canciller agregó que “en momentos difíciles de nuestra economía hemos planteado la recarga sobre el sistema de salud y por eso, en distintas etapas, la Cancillería argentina ha planteado el problema, que ahora se ha extendido también al gobierno de Bolivia”.
Según Faurie, esos países alegaron que no tenían los recursos o no contaban con disponibilidad hospitalaria o de médicos para poder responder en igual medida, porque “esos sistemas de salud no son abarcativos como lo es el sistema argentino”, que “cuenta con atención no sólo a residentes extranjeros sino también a quienes no residen aquí”. En este sentido, aseguró que muchos extranjeros realizan en hospitales públicos de Argentina “partos, tratamientos de larga duración y hasta operaciones de trasplante que tienen un enorme costo”, sin que Argentina haya arancelado estas prestaciones que “no son circunstanciales” sino “programadas”. Insistió luego con lo que ha sido un caballito de batalla del macrismo: “Hay gente que viene a la Argentina para atenderse periódicamente, para tener su parto, o para hacerse un trasplante”. Anunció que la cartera a su cargo piensa comenzar a discutir el tema “con los representantes de los distintos países limítrofes”.