En Río de Janeiro, River debuta en la Copa Libertadores ante Flamengo de Brasil, como parte del Grupo 4 que también integran Emelec de Ecuador e Independiente Santa Fe de Colombia. El partido se jugará a puertas cerradas en el estadio de Botafogo, con arbitraje del peruano Víctor Carrillo. Será el décimo desafío internacional de Marcelo Gallardo como DT, que ganó cinco títulos y puso al club de Núñez en primera plana, aunque este presente está teñido por la crisis futbolística que padece en la Superliga, donde se ubica 21º y a 24 puntos del líder Boca. “Hay que ponerle el pecho al viento que se nos viene contra”, dijo Gallardo, que no confirmó a los titulares. 

El cuerpo técnico sabe que, de ganar hoy, el impulso puede ser vital de cara a lo que viene. Pero visitar al rival de mayor jerarquía en el grupo, que viene de ser subcampeón en la Sudamericana no será sencillo. De hecho, a River siempre le resultó complicado jugar en Brasil. La última vez que jugó ante Flamengo fue por la Mercosur del 2000 y River ganó 2-1.

Para hoy, el técnico apostaría a dos históricos con muchas batallas: Ponzio y Maidana. En el mediocampo la duda está entre Zuculini o De la Cruz. River invirtió 23 millones de dólares en incorporaciones y arriba cuenta con su refuerzo top, Lucas Pratto, que le convirtió tres goles al Flamengo en seis enfrentamientos, uno jugando para San Pablo y dos para el Atlético Mineiro.