Con Lautaro Martínez en un nivel sobresaliente, Racing goleó a Cruzeiro por 4-2 en el primer partido por el Grupo 5 de la Copa Libertadores, que también integran Vasco da Gama y Universidad de Chile. El conjunto que dirigió anoche Ariel Broggi –Eduardo Coudet debió cumplir una fecha de suspensión que tenía de su participación con Central en la Copa Libertadores de 2016–, salió decidido a imponer condiciones. Pero la visita no se arredró, y con el buen manejo de la pelota característico de los equipos brasileños, logró controlar el vértigo inicial del local. Incluso fabricó la primera llegada de riesgo, aquélla que no pudo definir Fred, quien luego de tocar la primera pelota debió irse lesionado.
Cruzeiro siguió mejor, y a los diez minutos tuvo dos ocasiones de gol: una tapada por Donatti, y otra desperdiciada por Robinho.
Racing reaccionó luego de ese llamado de atención. Primero Zaracho cabeceó por arriba, pero en la jugada siguiente, Lautaro Martínez convirtió el 1-0 al conectar un centro de Cardozo. Otra vez la joya que tiene la Academia hizo la diferencia. El conjunto de Avellaneda empezó a parecerse más al que encadenó cuatro victorias seguidas por la Superliga. La pelota pasaba más por los pies de Cardozo y Domínguez, y Racing jugaba con más fluidez. Pero Cruzeiro es un equipo de jerarquía. Lo mostró en tres minutos. Sobre los 30, De Arrascaeta convirtió el 1-1 cabeceando en el segndo palo, un centro que Musso no atinó a cortar.
La Academia mostraba problemas defensivos, sobre todo por los laterales. Pero tiene a Martínez en estado de gracia: el juvenil puso el 2-1 con que se terminó el primer período. Fue a la salida de una jugada detenida, en la que Cardozo habilitó a Centurión. El remate del ex Boca dio en un defensor y la pelota quedó flotando a merced de Martínez, que de derecha la mandó al fondo de la red.
Cruzeiro salió decidido a buscar el empate en el complemento. Para ello desplegó los recursos exhibidos en el primer tiempo: buen manejo del balón, juego en bloque y algunas individualidades destacadas. Los brasileños merodeaban el área del local, que sufría por su poca marca en el mediocampo. En ataque, la Academia depositaba sus esperanzas en Centurión y Martínez. Y el juvenil que pretende el Inter italiano no falló. Tuvo otra noche inolvidable, como aquélla de hace un par de fechas ante Huracán por la Superliga. Con un cabezazo puso el 3-1. Fue su tercer gol y su primer tripleta en la Libertadores. Se desató así el delirio en las tribunas -la gente volvió a cantar contra el Presidente de La Nación- del Cilindro, donde ya no importó que Racing sufriera ante cada avance de los visitantes, que se pusieron a tiro del empate con un precioso tiro libre. Cruzeiro fue por lana y volvió esquilado, porque en un contragolpe el ingresado Solari decretó la goleada por 4-2, en un partido digno de una Copa Libertadores que reúne a la mayoría de los campeones.