El ex ministro de Educación Alberto Sileoni negó que la cantidad de estudiantes extranjeros en las universidades públicas pueda afectar el presupuesto educativo de esas instituciones y sostuvo que la iniciativa del Gobierno para limitarles el ingreso a esas casas de estudio es “un falso debate” y “una discusión distractiva” para tapar la crisis económica que atraviesa el país.
Para sostener su postura, el ex funcionario precisó que “de los casi 2 millones de estudiantes de todas las universidades públicas del país, 38 mil son extranjeros”, es decir menos del 2 por ciento.
Según Sileoni, esas cifras evidencian que la incidencia en el gasto universitario de los alumnos de otros países “es irrelevante” y que la iniciativa de establecer normas de reciprocidad para arancelar sus estudios es una propuesta “de un gobierno que cierra escuelas, reprime, suprime, desmantela, borra programas y que pone sobre la mesa discusiones distractivas”.
“Este es un país que tiene tradición inmigratoria y debiéramos estar orgullosos de que vengan a estudiar”, puntualizó el ex funcionario durante una entrevista por Radio 10. “Vienen por la calidad de los aprendizajes, por la gratuidad, por la camaradería con compañeros, por la relación horizontal como los docentes”, enumeró.
En este sentido, aseguró que si el Gobierno “quisiera cobrarle” a los extranjeros por estudiar en la Argentina, el ingreso que obtendría el Estado “sería irrelevante”. De igual modo rechazó el mecanismo que le pide a los extranjeros brindar una contraprestación por los estudios que cursan: “Pareciera ser un disciplinamiento xenófobo”, deslizó.
Para Sileoni, las propuestas de ese tipo “no forman parte de la reforma universitaria” de 1918 de la que se cumplen cien años y que, entre otros logros, estableció la gratuidad de esos estudios.