Doble noche con Litto Nebbia, de presentaciones distintas y un mismo tenor autoral. Mañana, a las 21, Asunto Tango presenta a Litto Nebbia en Terraza de la Cúpula, de Plataforma Lavardén (Mendoza 1085), con la participación de Fabián Gallardo y Cristian Gustafsson. El sábado, a las 21, Litto Nebbia presenta 50 años de escribir canciones en la localidad de Funes, en el ciclo "En Escena" del Centro Cultural Gran Rosario (Irigoyen s/n entre Fuerza Aérea y Autopista). Dos maneras distintivas para el disfrute del gran músico rosarino.
Autor como pocos, músico incansable, crítico y frontal, Litto Nebbia no se contiene ante la pregunta sobre la realidad del medio: "El 'negocio' de la música siempre va hacia la misma dirección: dinero fácil y poco arte. La autoría es el esqueleto que sostiene la cultura en todos los lugares, más allá de los timos, los abusos, los plagios y lo que se les ocurra", le dice a Rosario/12. La pregunta que sigue, se impone:
-‑ ¿En qué situación se encuentra su pleito por los derechos de autor?
-‑ En cuanto a mi demanda a Warner/Chappell Editorial ‑que aún tiene los derechos de 184 de mis obras, después de más de tres años de litigio‑, la primer sentencia no reconoce mi pedido y encima me "castiga" con una suma importante que debo pagar por haber molestado a magistrados y peritos (risas). Son unos sinvergüenzas. Y el juez, como si no hubiera leído mi caso. Ahora llegó el momento de mi apelación, veremos, pero es increíble que todo esto suceda porque se me ocurrió pedir una rendición de cuentas a la editorial, sencillamente porque no hacen nada con las obras durante más de una década. Por sólo pedir cuentas de algo que es bien natural y mi derecho, se me tira encima el juez y hasta mi propia Sociedad de Autores (Sadaic).
-‑ No puedo dejar de relacionar música con política. El mercado, inevitablemente, toca la música (o al revés). ¿Qué reflexión le suponen los tiempos que nos tocan?
-‑ Para los tiempos políticos que se viven hoy día, de alguna manera internacionalmente, el arte es casi un artículo de lujo. Una gran masividad de gente está invadida por "productos" de mal gusto. Aquel término de "lo cultural" es algo casi inencontrable hoy en día en revistas y periódicos, todo casi siempre se refiere a la "moda". Las ediciones discográficas como siempre están monopolizadas entre las majors internacionales. Es cierto que tenemos una pequeña luz con lo que es el terreno independiente, y esto sucede no solo con la música, también con el cine y el teatro.
-‑ Gracias a las nuevas tecnologías, hoy se puede escuchar más, pero ¿hay necesariamente diversidad?
-‑ Primero que nada, aclaremos que internet es un invento maravilloso. Pero esta posibilidad de estar al alcance de "casi todo", tiene sus bemoles también, hay mucha información para poca comunicación, salvo que alguien crea que enviar un WhatsApp sea comunicarse. Hay mucho adelanto con la tecnología, pero debe ser aplicada sobre las bases analógicas del ser de carne y hueso.
-‑ El tango siempre estuvo con usted. ¿Qué aspectos en común puede distinguir con el rock?
-‑ El tango es una de nuestras fuentes musicales por idiosincrasia. Esta música tiene de todo: virtuosos instrumentistas, grandes arregladores, súper cantores y cantoras, increíbles poetas que devinieron en letristas. Pero cada generación tiene su "tiempo". A mí no se me ocurrió estudiar bandoneón o hacerme de la facha del guapo del 900. Sin embargo, siempre traté de escribir una música que sea natural a la tierra donde pertenezco. Esta música tiene algo de la cosa ciudadana, también una pizca de la rítmica de nuestro folklore, y toda la universalidad posible, producto de cosas a las que soy sensible, o aspectos que he encontrado tratando de estudiar para evolucionar. Cuando era muy chico, 8 o 9 años, junto a mis padres supe disfrutar de temas de Gardel como "El día que me quieras" o "Volver" al igual que una melodía de Gershwin, Antonio Carlos Jobim, Leonard Bernstein, Lennon‑McCartney o el propio Cuchi Leguizamón, salteño divino que se ha cumplido su centenario. El tango es una música de raza, igual que el blues, el flamenco, la bossa nova.
-‑ ¿Qué novedades guarda con el sello Melopea?
-‑ Terminamos de publicar el álbum Amigos del Litoral, que grabé con los extraordinarios músicos Los Hermanos Núñez y el percusionista Cacho Bernal. Durante el año grabaré un álbum con el compositor brasilero oriundo de Minas Gerais, Flavio Venturini. También aparecerá un trabajo reciente que hice junto al compositor, pianista y flautista tucumano, Leopoldo Deza. Lo mismo que el nuevo álbum que produje ‑donde también toco‑ del gran guitarrista cordobés Daniel Homer. Haremos un segundo disco con Pez, esta vez con material propio que estamos componiendo en estos momentos. Aparecerá en abril aproximadamente el libro A naufragar: La historia de los Gatos, de Mario Antonelli. Un par de álbumes míos en vivo y también la reedición de la trilogía El hombre que amaba a todas las mujeres, que son cuatro discos, que incluyen además Siempre bailan dos, Corazones & Sociedades y un CD extra con demos y rarities de la composición de esos tiempos, bajo el título Borrador. Más o menos eso es todo.
El "más o menos" de Litto Nebbia, como de costumbre, es impresionante. Por si faltara algo, el músico añade: "En otro orden de cosas, cumplo este año los 70 y mi hija va a ser madre ahora nomás, lo cual me convertirá en abuelo".