Después de dos meses de testimonios, terminó la etapa probatoria en el juicio contra la banda de Los Monos. En el Centro de Justicia Penal se juzgó a 25 imputados por el delito de asociación ilícita. En tanto, los principales acusados fueron sindicados por cuatro homicidios que para la Fiscalía fueron "en venganza" por la muerte de uno de sus cabecillas, Claudio "Pájaro" Cantero, el 26 de mayo de 2013, en la puerta del boliche Infinity de Villa Gobernador Gálvez. Al día siguiente fue ultimado el dueño del local, Diego Demarre. La Fiscalía sostiene que lo consideraban "entregador". Un día después, otro ataque terminó con la vida de Nahuel César y Marcelo Alomar, y dejó gravemente herida a la madre del primero, quien murió meses después. La teoría fiscal es que los César fueron atacados porque el hermano e hijo las víctimas ‑Milton‑ era nombrado como uno de los autores del crimen de Cantero. Pericias balísticas vinculan los dos hechos: una vaina extraída del cuerpo de Demarre fue disparada por una de las armas usadas en el ataque contra los César. Para cerrar su teoría, Fiscalía llamó como último testigo a Ariel Lotito, ex coordinador de la Brigada de la División Judiciales que investigó bajo las órdenes del juez Juan Carlos Vienna. En tanto, la defensa sostuvo que no hay elementos para condenar. Los alegatos, previos a la sentencia, comienzan el 19 de marzo.

 

En las escuchas, uno de los acusados se refiere a los muertos como "los QRT".

 

El ataque que mató a Nahuel y Norma César y al mecánico Alomar fue el último de los homicidios de la seguidilla sindicada a la banda. Ocurrió en Francia y Acevedo. Los investigadores sostienen que la idea de los Cantero era atacar a la familia de César y que la muerte del mecánico fue un "daño colateral". Ramón "Monchi" Machuca está acusado como autor material; y Mariano Salomón, como encubridor. Además de este hecho y el que mató a Demarre, en el juicio también se juzgó el crimen de una nena de 14 años, cuando balearon su casa del barrio de la Carne, porque atrás funcionaba un bunker que ‑según Fiscalía‑ "era competencia" de la banda.

Lotito declaró ayer por cuarta vez, ya que la Fiscalía lo llamó en cada tramo de las acusaciones. "Nos llegó la información de que todo era una acción de la familia Cantero, en venganza por el homicidio de Claudio Cantero", resumió. Al mismo tiempo, dijo que "Machuca sabía perfectamente del ataque. Sabía quién había estado en el atentado"; y ‑según dijo‑ hizo varios contactos porque quería saber quiénes eran los muertos, ya que en la camioneta atacada viajaban cuatro adultos y dos niños. "No tenían miramientos", aseguró el policía de la disuelta división, quien agregó que en las escuchas, el acusado se refiere a los muertos como "los QRT".

Durante las jornadas que comenzaron a fines de noviembre, la Fiscalía intentó demostrar las pruebas contra los acusados basadas, en su mayoría, en escuchas telefónicas que fueron desacreditadas por la defensa, ya que aseguran que los teléfonos de los acusados fueron intervenidos sin motivo. "No está fundado", dijo el abogado Carlos Edwards.

Entre los testigos de ayer, estuvo la esposa de Nahuel Alomar, quien dijo que siempre acusó a su cuñado, Milton César, como culpable de lo que le pasó al padre de su hijo. Se trata del muchacho que era mencionado en las primeras horas tras el crimen del "Pájaro". La muchacha dijo no recordar casi nada de lo que le preguntaron, por lo que su declaración se basó en la lectura de testimonios anteriores que brindó en la causa. En uno de ellos nombra a tres personas por sus apodos, como quienes ‑según le comentaron‑ eran mencionados en el homicidio de su pareja, y que "trabajarían con los Cantero". Sin embargo, la causa no tiene autores materiales identificados.

En tanto, el padre de Marcelo Alomar mostró angustia. "Mi hijo era un trabajador, a él Hernández ‑un testigo que no concurrió‑ le pidió que lo lleve en su camioneta a buscar a su familia y yo lo tuve que traer en un cajón", sollozó. El hombre también apuntó contra el policía Juan "Chavo" Maciel, quien fue condenado en juicio abreviado como miembro de la banda, a tres años de prisión condicional. "¿Me quieren decir por qué no está acá sentado? Era policía y ahora tiene una mansión y anda en la calle", se quejó.