La concejala de Iniciativa Popular (IP) María Fernanda Gigliani cuestionó ayer el funcionamiento de los food trucks en Rosario porque no cumplen con la normativa vigente. "En lugar de comida saludable como decía la ordenanza de creación, hay todo lo contrario, hamburguesas, papas fritas y panchos", enumeró.
Este negocio gastronómico fue creado por la Ordenanza 9444 de 2015 y comenzó a implementarse en septiembre de 2017 con la instalación de los tres primeros emprendimientos en parque Sunchales. El objetivo era "dar respuesta a la fuerte demanda de comida sana, económica, de calidad, y adaptándose a las condiciones de rapidez con la que se mueve la vida moderna". Debían ser emprendimientos de cocineros y chefs calificados, que con limitaciones para poder llevar adelante la apertura de un comercio gastronómico, a modo de restaurant, por los excesivos costos que esto implica, encontrarían en los food trucks, una nueva herramienta laboral genuina.
"En esta oferta novedosa que apuntaba a ser una oportunidad para nuevos emprendedores, podemos observar en la actualidad que muchas de las unidades habilitadas en forma permanente son sucursales de comercios gastronómicos ya instalados en la ciudad, y que cuentan con una carta alimentaria que dista mucho de lo originalmente planteado. En casi la totalidad de estos camiones de comida gourmet, sólo podemos encontrar, hamburguesas, papas fritas, panchos, pizzas, milanesas, en otras palabras que puede considerarse comida no saludable", explicó la concejala Gigliani.
"Otro punto que nos llamó la atención es la precariedad de algunas de sus instalaciones. La ordenanza y el decreto que los reglamenta, consignaban que estas unidades debían ser alimentadas con energía limpia a través del tendido eléctrico público o a través de generadores que se instalaban para tal fin. En realidad hoy observamos que la totalidad de unidades habilitadas lo están haciendo de a través de improvisadas conexiones de gas envasado", comentó la edila.