River debutó en la Copa Libertadores con un agónico empate 2-2 ante Flamengo, por el Grupo 4, que también conforman Emelec e Independiente Santa Fe. 

En la  previa, Martínez Quarta y Maidana dejaron clara la necesidad de que el debut en el certamen continental fuera el punto de partida para revertir la crisis futbolística que puso a River a 24 puntos de Boca en la Superliga. Y el arranque del partido mostró a los de Gallardo asumiendo el protagonismo, en un estadio sin público por la suspensión que la Conmebol le aplicó al local tras los incidentes ocasionados por sus hinchas en la final de la Copa Suda- mericana, ante Independiente. Los once que eligió Gallardo lucieron concentrados, solidarios en el esfuerzo, intensos en la marca. El déficit estaba, otra vez, en la generación de acciones ofensivas. No pesaba Enzo Pérez, Mora no tenía buena sintonía con Pratto y De la Cruz abusaba de las maniobras individuales. Flamengo, en tanto, intentaba juntarse y tocar por abajo, y de vez en cuando cruzaba pelotazos para  sorprender a las espaldas de Saracchi y Montiel. 

Al promediar la etapa inicial, el conjunto argentino fue perdiendo presencia en el mediocampo y el local pasó a controlar el partido, aunque lucía muy limitado en la ofensiva y apenas lograba inquietar con los envíos áreos buscando al lungo Dourado. River sacudió ese panorama en tiempo de descuento, mediante un tiro libre de Mora que viboreó en el aire y exigió al arquero Alves. 

River salió a disputar el complemento aferrado a su plan de priorizar el trabajo defensivo. Resistió hasta que Ponzio trabó en el área a Diego y el árbitro acertó al marcar el penal, que Dourado cambió por gol. No duró mucho el festejo brasileño porque en la jugada siguiente, Mora cabeceó un centro de De la Cruz para convertir el 1-1 que le devolvió la tranquilidad al equipo de Gallardo.

Los goles avivaron el cotejo. Se animó River, que estuvo a punto de sacar ventaja en una maniobra que no pudo definir De la Cruz. Sin embargo, el que quedó arriba del marcador fue Flamengo. El gol lo hizo Everton, aprovechando la desinteligencia entre Martínez Quarta y Maidana. Gallardo intentó variantes, y encontró las respuestas que buscaba, tanto que el ingresado Mayada le dio la alegría de un empate agónico con un derechazo desde muy lejos que se clavó contra el palo derecho del arquero Alvez. Así River rescató un punto a pesar del planteo excesivamente cauteloso que llevó a Río de Janeiro.