Las familias de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, los dos jóvenes que murieron en el marco de diferentes operativos de las fuerzas de seguridad en territorios mapuches recuperados, se encontraron en Bariloche a instancias de un grupo de artistas locales. “Cuando los grandes medios ya no recuerdan ni a Santiago ni a Rafa, el arte es la forma de traspasar esos medios”, dijo luego de la reunión Andrea Antico, cuñada de Maldonado. A siete meses de la desaparición seguida de muerte del joven artesano, en las redes sociales volvió a circular la imagen del rostro de Santiago, reprimido junto con los mapuches en la Lof en Resistencia de Cushamen tras un corte de ruta en reclamo de la libertad del lonko de esa comunidad, Facundo Jones Huala. “La causa de Santiago está parada, el juez no está haciendo nada. No hay un estudio serio sobre las causas de su muerte”, denunció Antico.
“Estamos con una tristeza muy grande. Queremos justicia. Era un chico alegre que participaba en los grupos con los jóvenes. Pido justicia por mi hijo. Que esto no quede como que ellos agarraron ese arma y le sacaron la vida”, dijo la madre de Nahuel, Graciela Salvo. “El Estado es responsable. Que el culpable esté preso y se haga justicia”, agregó Pablo Nahuel, hermano del joven asesinado por la espalda durante un operativo del Grupo Albatros.
Tras el encuentro de ambas familias con el Colectivo de artistas por la memoria verdad y justicia, todos juntos se tomaron una fotografía con el cartel que exige justicia. La muestra de fotos, pinturas, dibujos y poesías culminará el 24 de marzo en la Plaza de los Pañuelos.
El encuentro se produjo al cumplirse siete meses de la desaparición de Maldonado y pocas horas antes de que se conozca el veredicto en el segundo juicio de extradición de Jones Huala, en cuya audiencia participaron, entre otros, Pimentel y Nora Cortiñas. El lonko acusado por un incendio en Chile, donde los demás imputados fueron absueltos, hizo un extenso alegato, en el cual mencionó varias veces a Rafael Nahuel, y se comprometió “a seguir tu camino”.
Cabe recordar que el Instituto Balseiro desmintió que se hubieran encontrado rastros de pólvora en las manos de Rafael Nahuel, el joven mapuche ultimado de un balazo de 9 milímetros, disparado por la espalda el 25 de noviembre, en la comunidad mapuche LafkenWinkulMapu, ubicada en Villa Mascardi. Hasta el momento, los testimonios, la inspección ocular y la autopsia permiten conjeturar que Nahuel fue asesinado por uno de los agentes de Prefectura Naval que ese día, sin orden judicial, ingresaron al territorio y dispararon sobre sus habitantes.
En la causa que aún sigue caratulada como desaparición forzada de Santiago Maldonado, el juez federal Gustavo Lleral había pedido al ministro del Interior, Rogelio Frigerio, un informe pormenorizado sobre los materiales y procesos empleados en la fabricación de los DNI, así como también tres ejemplares “con datos ficticios” para ver cuánto tiempo se conservan en situaciones similares a las que estuvo sometido el cuerpo del joven en el río Chubut. Cuando fue hallado el pasado 17 de octubre, en sus bolsillos se hallaron preservativos, alrededor de 300 pesos, un bastón retráctil, un encendedor y su DNI tarjeta en buen estado.
Su familia había advertido con “preocupación la ausencia de novedades en la tramitación de la causa penal por la que debe establecerse qué sucedió, identificar a todos los responsables del hecho y otorgarles la pena que les corresponda”. En ese momento también expresaron su alerta por una causa paralela contra testigos relevantes, algunos de los cuales ni siquiera declararon, que consideraron como “una clara distracción para la investigación del hecho principal”. También denunciaron “la lentitud y la inactividad en el proceso”, ya que “incumplen la debida diligencia como estándar de protección del derecho de las víctimas de saber la verdad y obtener justicia”. Las declaraciones de ayer de la esposa de Sergio Maldonado fueron en el mismo sentido que las que pronunció la familia hace un mes, cuando alertaron que esa ineficacia “no hace más que fortalecer la sensación de impunidad”, ya que “tiempo que pasa, verdad que huye”.