María Eugenia Vidal dejó abierto el año legislativo en Buenos Aires con un discurso en el que hizo hincapié en la relación con los gremios docentes y endureció su posición en medio de la paritaria. “Discutiremos todo el tiempo que sea necesario hasta ponernos de acuerdo en una reforma profunda del sistema educativo”, advirtió desde La Plarta.

La gobernadora bonaerense consideró que “no podemos seguir negociando con fecha límite” porque “así los chicos son rehenes y se genera incertidumbre en los padres”, afirmaciones que provocaron los primeros silbidos de la tarde. “El salario docente nunca perdió poder adquisitivo”, dijo, afirmación que generó fervorosos aplausos del oficialismo. “El año pasado (los docentes) pararon 17 días y consiguieron 25 por ciento de aumento, lo mismo que otros gremios provinciales que no pararon”, agregó.

En cuanto a la cláusula gatillo reclamada por los gremios provinciales, Vidal aseguró que “vamos a hallar mecanismos para equiparar el poder adquisitivo” si la inflación supera la meta prevista del 15 por ciento. “Tenemos que dialogar y empezar por reconocer una realidad que nos interpela, que cada vez más familias eligen la escuela privada”. 

Más adelante subrayó que haya un 17 de ausentismo en la escuela pública frente al 5 de la privada y que haya chicos con hasta cuatro maestros por año: “Lo que discutimos es el abuso”, remató, y advirtió que "hay docentes con título y sin trabajo”. Por último reconoció que “sé que se merecen  ganar mucho más, pero sepan que mientras dé todo lo mismo, eso no va a pasar”. En ningún momento hizo alusión al cierre de escuelas en el Delta.

En otros tramos de su discurso celebró que la provincia hubiera recuperado el Fondo del Conurbano, ya que “hasta ahora nos daban la mitad de lo que aportábamos”. Al hacer el recuento de sus dos años de gestión admitió que después de “grandes esfuerzos”, se puede afirmar que “lo peor ya pasó”, parafraseando el discurso del presidente Mauricio Macri, a quien agradeció su apoyo.

En otro orden, elogió la política de seguridad de su administración  y prometió una reforma del Código Procesal Penal, al que criticó por la cantidad de instancias de apelación contempladas antes de la confirmación de una sentencia. "Vamos a poner el foco en cómo se eligen los jueces de la Provincia. De la misma forma debemos volver a discutir el proceso por el cual los jueces y fiscales son juzgados", anunció.

"Gobernar es salir de la provincia inviable y demostrar que estamos para más (...) Estamos en el camino correcto”, concluyó Vidal. 

Entre los invitados, y en primera fila, se encontraba del ultraconservador arzobispo de La Plara, Héctor Aguer, un verdadero cruzado contra las políticas de educación sexual integral y contra el aborto, a quien la locutora oficial mencionó como “su excelencia reverendísima”.