El presidente Mauricio Macri le pidió ayer al Congreso que apruebe la Ley de Financiamiento Productivo. El proyecto, presentado`por el oficialismo en noviembre del año pasado, ya había sido aprobado en Diputados y resta que sea tratado en el Senado. El Presidente habló de este proyecto como una clave para incentivar la producción y la inversión privada. La norma, que en un principio se había denominado Ley de Mercado de Capitales, incluye un cambio para facilitar la operatoria de las Pymes. Pero el núcleo de la reforma se concentra en permitir nuevos instrumentos financieros para que los inversores sigan especulando en el mercado interno. Si se aprueba la Ley podrán comprar letras hipotecarias y activos sintéticos, como los ETFs.
La ley de Financiamiento Productivo contempla cambios sobre la creación de Fondos Comunes de Inversión, los descuentos de las facturas electrónicas de las pequeñas y medianas empresas y la posibilidad de indexar por inflación la póliza de los seguros. Otro de los cambios que se incluye es la habilitación del uso de letras hipotecarias, lo cual le permitirá a los grandes inversores privados comprar en forma de instrumento financiero los créditos para la vivienda que se entregan a través de los bancos. Se trata de un mecanismo similar al que generó en 2008 el estallido de la crisis financiera en Estados Unidos con las hipotecas subprime.
“Queremos un Estado al servicio de la gente. Un Estado moderno y facilitador, que dé las herramientas a los argentinos para mejorar sus vidas. Hoy quiero proponerles una agenda de trabajo con desafíos concretos para seguir creciendo”, aseguró ayer Mauricio Macri en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso. Pese a los argumentos del presidente, el proyecto genera nuevos incentivos para la especulación y poco aportará para resolver las tensiones productivas del mercado interno.
La ley armada en el Ministerio de Finanzas a cargo de Luis Caputo habilita a armar fondos comunes de inversión que replican rendimientos de otros activos (ETF) y de fondos para inversores calificados. A su vez, le permitirá a los fondos cerrados tener la condición de transparencia impositiva, que eliminará una doble imposición de tributos para los administradores de estos fondos. En lo que refiere a la Comisión Nacional de Valores, la normativa limita las facultades de esta entidad de intervenir en empresas, de remover miembros del directorio de una sociedad y de nombrar veedores. Si se aprueba la ley, se deberá solicitar una intervención judicial previa, al tiempo que la sociedad tendrá derecho a presentar su estrategia de defensa.
En el proyecto se lanzan además nuevas condiciones para emitir una letra hipotecaria, cuya emisión estará a cargo de los bancos y llevará el respaldo de las hipotecas otorgadas. Estas letras podrán ser compradas por inversores institucionales como los fondos comunes y las compañías de seguro. No es el único negocio nuevo para las firmas del sector asegurador. Tendrán además la posibilidad de emitir pólizas que se ajustarán por inflación. Este ajuste por precio también lo podrán hacer con los seguros de vida, de retiro y de capitalización. Los ajustes por inflación habían sido prohibidos en la convertibilidad para evitar la indexación de los precios y avanzar en un mecanismo que permitiera mantener bajo control el proceso inflacionario.