Los jubilados viven de sobresalto en sobresalto. Y el cuidado de su salud, de crisis en crisis. Luego del cruce que mantuvieron las autoridades del PAMI con los médicos de cabecera –los forzaron a firmar un convenio que precariza aún más su vínculo con la obra social-, las farmacias de todo el país denunciaron que la cadena de pagos a los laboratorios se empezó a cortar en septiembre y algunas droguerías –que distribuyen medicamentos- dejaron de reponer medicamentos.
Antes de reunirse con Carlos Regazzoni, el titular del PAMI, los representantes de la Confederación Farmacéutica Argentina, la Federación Argentina de Cámaras de Farmacia, la Federación Farmacéutica de la República Argentina y la Asociación de Farmacias Mutuales y Sindicales de la República Argentina, difundieron un documento en el que aseguran que les deben unos 2 mil millones de pesos.
Los farmacéuticos hablan de una “amenaza al servicio a los jubilados, pero no por falta de compromiso profesional, ni defensa corporativa, como algunos quieren mostrar, sino por simple necesidad”. “Los medicamentos que se entregaron a los beneficiarios del PAMI durante los meses de septiembre, octubre y noviembre, ya fueron pagados con recursos de los profesionales, sin respaldo de nadie, ni los laboratorios, ni la obra social. A muchísimas farmacias ya les están cortando las cuentas de sus droguerías y los dejan sin reposición de medicamentos para atender a sus pacientes, sean o no pacientes del PAMI”, destaca el texto.
La urgencia del pedido está basada en la arquitectura misma del sistema. La farmacia vende al jubilado el remedio con una cobertura del 100 por ciento; en quince días promedio lo tiene que pagar a la droguería. En ese lapso, los laboratorios deberían entregar a las farmacias notas de créditos. Sin embargo, desde septiembre el PAMI no regulariza los pagos.
Las entidades recordaron que “ahora mismo los farmacéuticos sostienen la prestación de la obra social más importante del país con dinero de sus bolsillos”. Y apuntaron contra la industria farmacéutica: “Por cuestiones comerciales o de propio beneficio, paga tarde y de manera incompleta lo que le gira el Estado. ¿A quién debemos acudir como profesionales y como ciudadanos para que esto cambie por un convenio sustentable, de perfil sanitario, con reconocimiento al trabajo profesional, que pague por medicamentos de calidad y que resguarde los recursos públicos?”.
Tras la reunión entre Regazzoni y los farmacéuticos, fuentes del PAMI dijeron a Página/12 que se iniciaron "conversaciones con la Industria para destrabar el conflicto". "Nos ayudó a entender que Los Laboratorios están incumpliendo sus obligaciones con las Farmacias y, por tanto, incumpliendo sus obligaciones frente a PAMI, poniendo en riesgo la dispensa de medicamentos", explicaron desde la obra social de los jubilados.