Las expectativas de las consultoras ubicaron en 19,8 por ciento la inflación para 2018. Se trata de una cifra que es casi cinco puntos porcentuales mayor respecto de las metas de inflación del Banco Central, que asegura que este año los precios subirá un 15 por ciento. La diferencia es aún mayor con las metas originales del Central, que hasta fin del 2017 aseguraba que este año la inflación se iba a ubicar en 10 por ciento. El Gobierno busca que los sindicatos firmen paritarias que no superen el 15 por ciento, que implicaría una pérdida de salario real de entre 4 y 5 puntos porcentuales para el sector asalariado formal. Los trabajadores no registrados, con peor capacidad para negociar sus subas salarias, tendrían una baja todavía mayor de su poder de compra.
El equipo económico no consiguió dominar el proceso inflacionario, pese a que había asegurado que era la tarea más sencilla que tenía cuando asumieron la gestión a final del 2015. Las principales consultoras de la city, según el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) del Banco Central, aumentaron su pronóstico de precios para 2018 de 19,3 a 19,8 por ciento en el último mes. La devaluación desde finales de noviembre y la suba de servicios públicos de principio de este año adelanta mayores remarcaciones en el mercado interno. La propia autoridad monetaria tuvo que reconocer la última semana de febrero que el tipo de cambio había impactado en la inflación, cuando hasta ese momento insistía en que el dólar no tenía efectos inflacionarios. La suba de los precios mayoristas superior al 4 por ciento en enero dejó sin argumentos al Central.
El crecimiento del PIB es otra variable en la que los consultores ajustaron su pronóstico para 2018 a la baja. En el último informe del REM aseguraron que este año la economía crecerá un 2,7 por ciento, cuando en el informe anterior había estimado que la suba sería del 2,9 por ciento. Para 2019, mientras tanto, se pronosticó una suba del PIB del 3,1 por ciento. En 2017, la expansión de la actividad económica no fue suficiente para gatillar el Cupón PIB y este año, según los augurios del mercado, no se alcanzará tampoco el crecimiento necesario (3 por ciento) para pagarlo. La economía no tiene motores claros de expansión. El consumo privado se encuentra deprimido por la caída del poder adquisitivo, en tanto que la inversión sigue sin ingresar a la economía local y las exportaciones no reaccionan. El país ya le exporta al mundo un 25 por ciento menos respecto de lo que le despachaba hace cinco años.
En cuanto al tipo de cambio nominal, los analistas dijeron que para los próximos seis meses esperan un valor de entre 20,1 y 21,1 pesos por dólar. Para fines de año, en tanto, se espera un dólar de 22 pesos, cuando en el informe anterior la expectativa era de 21,9 pesos. La volatilidad cambiaria es una de las principales características de los últimos meses en el mercado interno. Entre los consultores se considera que continuará la tendencia por la incertidumbre financiera que se evidencia a nivel internacional. Esta semana, por caso, se observaron nuevas presiones en la plaza cambiaria local, con un tipo de cambio mayorista que anotó picos de cotización, debido a los anuncios de protección contra importaciones en los Estados Unidos, que generan temores entre inversores por la posibilidad de que se desate una guerra comercial con China.