Un joven armado asesinó a los tiros a sus padres ayer, mientras lo visitaban en su habitación en residencia estudiantil de la Universidad Central de Michigan (CMU), situada en la localidad de Mount Pleasant de ese estado.

La Policía de la universidad informó a través de su cuenta de Twitter que el presunto autor disparó a dos personas que se encontraban en un dormitorio del campus universitario y que luego se dio a la fuga corriendo. Después, se conoció que las dos víctimas eran los padres del sospechoso que habían ido a visitarlo a su habitación.

En una rueda de prensa, el jefe de la Policía universitaria de la CMU, Larry Klaus, aseguró que ningún estudiante, profesor o miembro de la universidad resultó herido durante el tiroteo. Klaus explicó que las primeras investigaciones llevan a la conclusión que el tiroteo se produjo a raíz de una situación doméstica familiar. Además, el jefe policial indicó que el sospechoso, identificado como James Eric Davis, de 19 años, había sido internado la noche anterior en un hospital local. Se cree que fue por una sobredosis o mala reacción a drogas. Posteriormente, fue dado de alta.

Las alertas se activaron por la mañana, después de que los servicios de seguridad recibiesen los primeros avisos de disparos en el campus. La policía de la universidad informó que inmediatamente después del tiroteo (8.30 am, hora local) se dijo a los estudiantes que buscaran refugio o que se mantuvieran fuera del campus. Halie Byron, 20, dijo que se encerró en su casa fuera del campus, a unos diez minutos caminando del lugar de los hechos. “Da miedo pensar con cuánta facilidad un tirador puede entrar en un campus universitario, un aula, una biblioteca. Hay tantos accesos fáciles”, dijo, citada por el periódico Los Angeles Times.

También se alertó a los padres de los alumnos que no se acercaran al territorio universitario hasta próximo aviso, ya que el hecho sucedió un día antes de las vacaciones de primavera, cuando muchos de los 23.300 estudiantes que acuden a la casa de estudios vuelven a sus casas. Además, como medida de seguridad puesto que Davis seguía prófugo, todos los edificios públicos y escuelas fueron cerrados en Mount Pleasant, una ciudad a 112 kilómetros de Lansing, la capital de Michigan.

El gobernador del estado, Rick Snyder,tuiteó que estaba en contacto con la policía estatal y con las autoridades locales mientras se investiga el asunto. “La prioridad en este momento es la seguridad de quienes continúan en el campus y agradezco a quienes respondieron tan rápidamente (ante el evento)”, dijo Snyder en Twitter.

El tirador, James Eric Davis,es oriundo de Plainfield, estado de Illinois y se graduó de la Escuela Secundaria Central en 2016, dijo Tom Hernandez, un portavoz del distrito escolar 202 de Planfield. Davis, descrito por la policía como un joven afroamericano armado y peligroso, salió de la escena del crimen y está siendo buscado. Davis, de 1,79 metros de altura, fue visto por última ayer por la mañana huyendo del edificio vistiendo unos pantalones amarillos y un buzo azul con capucha. Autoridades locales y estatales desplegaron equipos tácticos especiales y de vigilancia aérea por el área de la ciudad de Mount Pleasant, de unos 26.300 habitantes, para encontrar a Davis. Asimismo, pidieron a la ciudadanía llamar al 911 si veían al sospechoso. Al cierre de esta edición, el tirador seguía en fuga.

El tiroteo tuvo lugar poco más de dos semanas después de que 17 personas fueran asesinadas en una escuela secundaria de Parkland, Florida. Aquel hecho hizo resurgir el debate nacional en torno al control sobre el acceso y tenencia de armas. Frente a este tema, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha mostrado a favor de medidas que podrían incrementar los controles en el acceso a las armas, como el aumento de la edad mínima para comprar un rifle semiautomático o la prohibición de unos dispositivos que aceleran el disparo. Sin embargo, el jueves cenó con los directivos de la Asociación Nacional del Rifle (NRA, que se oponen a aquellas medidas), a quienes prometió seguir defendiendo el derecho constitucional a portar armas.

La portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders anunció: “(Trump) Solo les prometió que seguirá apoyando la Segunda Enmienda (de la Constitución estadounidense, que garantiza el derecho a portar armas), que eso no es algo en lo que nos hayamos retractado.” Poco después, el estratega jefe de la NRA, Chris Cox, aseguró en un tuit que Trump y el vicepresidente estadounidense apoyan la Segunda Enmienda y que no quieren control de armas.